Argentina
Jueves, 25 abril 2024
ENTREVISTA
25 de junio de 2020

“La gente tiene que tener tranquilidad, las cosas se hicieron y se están haciendo bien”

Juan Di Matteo, director del SAME y una de las caras visibles en la pelea contra el coronavirus, destaca la situación sanitaria en la región. “Con un grupo comprometido como el que hay, las cosas se hacen mucho más fáciles”, confiesa.

“La gente tiene que tener tranquilidad, las cosas se hicieron y se están haciendo bien” - La Tecla Mar del Plata
“La gente tiene que tener tranquilidad, las cosas se hicieron y se están haciendo bien” - La Tecla Mar del Plata
“La gente tiene que tener tranquilidad, las cosas se hicieron y se están haciendo bien” - La Tecla Mar del Plata
“La gente tiene que tener tranquilidad, las cosas se hicieron y se están haciendo bien” - La Tecla Mar del Plata

El “frente de batalla” que médicos y auxiliares llevan adelante contra el coronavirus tiene infinidad de héroes anónimos. Y algunos menos a los que, por su lugar visible, se los puede destacar con nombre y apellido. Entre estos últimos se inscribe Juan Di Matteo, el director del SAME en General Pueyrredon, quien reconoce un trabajo de “24 horas”. “Con un grupo comprometido como el que hay, las cosas se hacen mucho más fáciles”; destaca en un mano a mano con La Tecla Mar del Plata.

Pero por fuera de la coyuntura del Covid-19, el Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) se transformó en una de las novedades más destacadas en materia de política pública en la ciudad desde su arribo en abril de 2017.

- ¿En qué cambió el sistema de emergencia con la llegada del SAME?

- El SAME comenzó de manera súbita a partir de un convenio que surgió y se fue armando de a poco, se instrumentó en forma programada y se dio tiempo a buscar la gente, los recursos llegaron las ambulancias. Poco a poco fue creciendo, fueron aumentando la cantidad de ambulancias y de personal. En los últimos meses producto del mismo trabajo por la pandemia  tuvo que tener un crecimiento mucho más abrupto y rápido.

El servicio está funcionando bien, hay muchísimo para mejorar siempre. Una de las cosas postergadas es la capacitación, que es uno de los objetivos propuesto cuando arrancamos. Pero tuvimos varios eventos como Torres y Liva, un evento grane como el vuelco de un micro con 60 personas, una intoxicación de otra 40 en un hotel, fueron eventos grandes que demostraron que la gente está preparada, se dio respuesta. Si bien no nos dio tiempo a programar y protocolizar, la verdad que la gente que trabaja justificó que están capacitados para responder.

El objetivo casi en lo inmediato es que por primera vez General Pueyrredon tenga un servicio completamente propio, no tercerizado a empresas privadas. Estamos cerca de lograrlo.

- Con la asunción del nuevo gobierno rápidamente se convocó a un Comité de Emergencia que a los pocos días  tuvo que intervenir en el incendio de Torres y Liva. ¿Se vio la necesidad de jerarquizar?

- Si, desde el día 1estaba la idea de conformar un Comité de Emergencia ajunto con Defensa Civil, Secretaría de Seguridad y Bomberos, para trabajar en forma conjunta y con protocolos, ya que por distintos motivos no había cosas protocolizadas. Los diferentes eventos  que tuvimos no nos dieron pie a organizar cómo se debería haber organizado, pero se dieron respuestas. Hay gente que tiene mucha experiencia pero falta articular todos esos engranajes para que las cosas salgan aún mejor. El área de Emergencia estuvo como uno de espacios a potenciar de parte del intendente.

- A diferencia de otras ciudades, Mar del Plata presente la particularidad de tener un verano con un crecimiento importante en el movimiento de personas con la llegada de miles de turistas. ¿Qué particulares tiene la intervención del SAME en ese sentido?

- Se proyecta a partir de la gente promedio que ese sabe ingresa a la ciudad, donde hay un incremento de un 30-40% de los incidentes viales. Se trabaja en conjunto con Provincia, donde el Ministerio de Seguridad refuerza los controles en la ruta y lo que fue el Operativo Sol. También se aumenta el número de ambulancias para dar una colaboración. Dese el SAME local la idea es siempre poner móviles de refuerzo y hasta ahora con empresas privadas. Con eso se puede dar respuesta más allá de los accidentes e incidentes, a la demanda de eventos, recitales, que hay que armar dotaciones extras para cubrir y no desproteger la operativa diaria. Nos pasó con el recital de Divididos, que juntó a más de 120 mil personas. Siempre hay que planificar y prever qué es lo que puede suceder.



PANDEMIA

- ¿En qué momento tomaron noción de la dimensión de la pandemia del coronavirus?

- La secretaria de Salud, Viviana Bernabei, nos empezó a advertir y nos comenzamos reunir a planificar no tanto en función de la magnitud, pero sabíamos que nos íbamos  enfrentar a algo desconocido. Esto fue a mediados de febrero. Ahí empezamos a diagramar un montón de circunstancias pensando en a lo que nos podíamos enfrentar. La magnitud no la sabía ni la sabe nadie. Pero se empezaron a ver hoteles, que debían tener ciertas características, muchos fueron desestimados por tener alfombrar, cuestiones de ventilación, se planificaron los grupos, se empezó a hablar de centros Covid, un montón de situaciones ideando un escenario donde no sabíamos a qué nos íbamos a encontrar. Luego cuando se declaró la pandemia ajustamos muchas cosas y otras se fueron modificando con el avance, partiendo desde que la definición de caso sospechoso se cambiaba, por lo que parte de la operativa que se cambiaba en función de ello.

- ¿Qué tareas desarrolla el SAME en cuanto a los casos sospechosos, los retenes,  los testeos y los pacientes con internación extra hospitalaria?

- La función el SAME es bien operativa, somos el brazo ejecutor de lo que se planifica en las medidas de salud. Desde hace cuatro meses estamos con los operativos que arrancaron en los Aeropuertos, en Tienda León y la Terminal con la llegada de la gente repatriada, se le hacía la evaluación y esa gente era alojada en el hotel. Por el otro lado, la activación de los casos sospechosos con los traslados de domicilio a centros Covid.

Y aparte de esos operativos, tenemos la demanda de la accidentología diaria. Cuando arrancó la cuarentena estricta los accidentes bajaron de un promedio de 40 por día a 2 o 3, fue muy abrupto y marcado. A medida que se fueron librando actividades y comenzó el movimiento en la calle, hoy estamos con los 40 habituales más todo el trabajo que tenemos por Covid. Se suma la toma de hisopados como en los hoteles de repatriados como de personas con mayores de 60 años, con enfermedades previas. Se testearon geriátricos municipales. Hubo días conde se hicieron 80 o 90 hisopados.

- Muchos especialistas vienen advirtiendo sobre la importancia de no descuidar otros aspectos de la salud por fuera del Covid. Hemos escuchado alertas sobre posibles crecimientos de algunas afecciones por discontinuar tratamientos o por la falta de diagnósticos prematuros. ¿Cómo observa esta situación?

- Es una situación difícil que ahora se está reactivando, por ejemplo con la atención y control de patologías crónicas. Más allá del descenso de accidentes con la cuarentena obligatoria, también había bajado lo que es violencia, con heridos de armas de fuego y arma blanca, y los eventos cardiovasculares. Llamativamente en esa primera semana no vimos infartos, ACV, insuficiencias respiratorias graves, fue algo llamativo. No sabemos si la gente no se controlaba, si no llamaba, si estaba menos expuesta, si estaba en la casa tranquila sin estrés. Disminuyeron el resto de las patologías y a medida que se liberaron las actividades fueron apareciendo otra vez. Ahí uno se pregunta si volvieron por el movimiento, porque no tuvieron los controles que tienen habitualmente, si se quedaban sin atención, eso se vio a nivel mundial, todas esas patologías crónicas aumentaron los números de consultas por la falta de controles durante la primera parte de la cuarentena.



RESCATISMO

- A la par de su rol en el SAME, mantiene su labor como médico rescatista de Prefectura. ¿Cómo es esa tarea?

- Es el mejor trabajo que tengo. La persona que diga que hace ese trabajo y no tiene miedo, algún problema tiene, porque es una de las emociones habituales. El tema es manejarlo y saber que hay algo que hacer. Es un trabajo muy particular, son pocos los médicos que lo hacemos en el país, el único servicio que lo hace es Prefectura.

Sucede algo en el barco, el capitán se comunica con la guardia costera, que en este caso sería la Prefectura. Nos comunicamos directamente con el capitán del barco, nos comenta qué sucedió y ahí como en toda emergencia se hace una clasificación. Si es un caso leve, puede seguir navegando. Si es un caso moderado que no tiene riesgo de vida, pero requiere atención médica, se hace volver el barco al puerto y lo seguimos en forma radial. O si es un código rojo, una emergencia, un traumatismo grave, un infarto, un ACV, una insuficiencia respiratoria y hay que ir a buscarlo. Ahí se arma un operativo, sale un helicóptero, la mayoría están a más de 100 millas (185 km) de la costa y se hace el operativo. Si el paciente se puede movilizar se le baja la canasta, sube y lo atendemos durante el vuelo, donde le helicóptero está equipado como una ambulancia de alta complejidad. Si es un paciente que no se puede movilizar, bajamos con el arnés de rescate, se inmoviliza a la víctima, se la sube con una camilla y después nos suben a nosotros y volvemos al Puerto.

- ¿Y cómo es la situación con otro tipo de embarcaciones por fuera de la actividad pesquera?

- Hay diferentes situaciones. El 90% es con la actividad pesquera y de barcos con bandera argentina. Hay una zona de pesca común con Uruguay y hemos ido a asistir busques uruguayos. Por otro lado, tenemos los cruceros que hacen desde el norte de Brasil a Malvinas, pasan a 150 millas y hemos sacado pacientes con infartos. Y el resto son embarcaciones menores de actividad deportiva, gomones que se quedan sin motor, kayakistas que cambia el viento y no pueden volver a la costa o se les da vuelta le kayak.



TRANQUILIDAD

- Usted al igual que muchos colegas suyos está en la primera línea de batalla. ¿Cómo se vive eso desde lo psicológico y lo emocional?

- Lo más difícil es transmitirle la tranquilidad a la gente que trabaja con uno. Hay que transmitir la seguridad que las cosas se hacen bien, que tienen los equipos de protección personal para poder prevenir cualquier tipo de infección y lo más difícil es porque nos encontramos con algo que no conocemos. Sabemos cómo actuar con un paciente traumatizado, quemado, con patologías, en un accidente con víctimas múltiples. Sabemos que tiene un inicio y un final a corto plazo: en una hora está resuelta la situación, para bien o para mal, pero está resuelta. Esto (por el Covid) se inició y no sabemos cuándo va a terminar. Entonces, es muy importante el grupo de trabajo. Con un grupo comprometido como el que hay las cosas se hacen mucho más fáciles, contando además con el apoyo familiar. Hace cuatro meses  que prácticamente trabajamos las 24 horas.

- ¿Qué mensaje se le pueda dar al vecino marplatense, que mira con preocupación la situación por la pandemia?

- Que tiene que tener tranquilidad, que las cosas se hicieron y se están haciendo bien. Que la situación epidemiológica está controlada, obviamente que esto no significa que nos debemos relajar, sobre todo en las medidas de prevención, que es lo único que tenemos. No hay vacuna, no hay tratamiento específico. Hoy en día juega un rol muy importante la responsabilidad individual.

Calle 44 Num. 372 La Plata, Buenos Aires. Argentina
+54 (0221) 4273709
Copyright 2024 La Tecla Mar del Plata
Todos los derechos reservados
By Serga.NET