La cuestión social, en emergencia

Con un cuarto de la población sumida en la pobreza y el 11,9% de desocupación, los coletazos de la crisis en Mar del Plata golpean de lleno a los sectores más vulnerables, aquellos sin capacidad de ahorro y que deben salir a trabajar día a día en la calle para poder comer; más aún en un contexto de emergencia sanitaria, con una cuarentena cuya finalización aún se desconoce.

Con este escenario, una de las medidas nodales del gobierno municipal fue el armado de una Mesa Social. Fue inaugurada semanas atrás y cuenta con la participación de funcionarios municipales; integrantes de las universidades locales; representantes de Desarrollo Social de Provincia y Nación; la Iglesia Católica y, centralmente, las organizaciones sociales de la Comuna. “La idea es que las distintas partes se articulen para que todas las acciones ante la emergencia estén unificadas. Que no exista la doble vía en el manejo de los barrios y las organizaciones, sino que haya un diálogo en conjunto entre todos”, aseguran desde el Ejecutivo que comanda Guillermo Montenegro.

Desde el gobierno precisan que una de las líneas que se bajaron fue que Nación se hará cargo de los subsidios y planes sociales; Provincia aportará todo lo concerniente a víveres secos; y el Municipio completará una parte de la provisión de alimentos frescos para comedores. 

En este marco, una de las aristas que comenzaron a impulsar las organizaciones sociales desde hace dos semanas ha sido la conformación de Comités Barriales de Emergencia (CBE), para contener “los desbordes” durante la vigencia de la cuarentena. No obstante, el panorama es preocupante. “Nosotros somos el último eslabón de contención para que la situación no se desmadre. Estamos sobrepasados: vemos que se ha duplicado la demanda de alimentos, no damos abasto”, grafica Rodrigo Hernández, de Barrios de Pie.

En esa línea, el referente social indica que, hasta el momento, hay unos 20 CBE en la ciudad. “Esto nos pone en el compromiso de trabajar coordinadamente en esta crisis muy grande. La idea es que la gente se tenga que mover lo menos posible. Eso estamos articulando con los comités, que deben ser los propagadores para que los centros de referencia de los vecinos sean más acotados”, explica Hernández.

Con relación a las iniciativas que se están impulsando desde las distintas jurisdicciones, el dirigente asegura que ven con buenos ojos las medidas que bajaron de Nación, como el suspensión del pago de servicios. Pero marca diferencias con Provincia, que adeuda una entrega de alimentos. “Tenemos una problemática con la mercadería. Estamos esperando que nos den 20 mil kilos de alimentos secos, los cuales se envían cada 40 días para los merenderos. Ya van tres semanas de demora. Esa cantidad se distribuye en Mar del Plata y unas 25 localidades vecinas”, asevera Hernández.

Otro eje que enciende las alarmas es la situación de los precios. Mientras el Ejecutivo la cuestión del trabajo. La gente lo necesita, pero la economía se vino a pique”, afirma Tornoud. El freno a la obra pública afectó directamente a las cooperativas de trabajo. “Hay muchas tareas que no pudimos terminar, por lo que hay plata que no se nos pudo pagar, lo que, además, genera problemas administrativos en las cooperativas. Estamos en un círculo del cual no podemos salir. Nosotros vamos a quedar mucho peor de lo que estábamos antes”, alerta la dirigente. 

Por lo pronto, una de las iniciativas que buscan implementar desde las organizaciones es la creación de ferias y mercados populares que acorten los desplazamientos de los vecinos; y, en esa línea, centros de provisión de viandas, para facilitar el acceso de la comida en los barrios.

 

El Municipio avanza con la entrega de donaciones

Desde la Subsecretaría de Acción Comunitaria se ha implementado un programa para otorgar a quienes más las necesitan las donaciones que recibe el Municipio por parte, en su mayoría, de empresas privadas. Se trataría de unas 200 firmas que realizaron aportes económicos -cerca de $10 millones- y alimentarios para distribuir en la ciudad.

Cristian Beneito, titular de Acción Comunitaria


“Lo que hacemos es ir domicilio por domicilio a llevarle a la gente las donaciones. No sólo en barrios periféricos, sino también en otros lugares céntricos, como Playa Grande, Los Troncos o La Perla. Como es transversal lo que pasó, está afectando a todos”, señala Cristian Beneito, subsecretario de Acción Comunitaria, a La Tecla de Mar del Plata. 

En esa línea, el funcionario especifica que también se envían víveres a trabajadores que sumamente afectados por el parate económico. Beneito asegura que ya se destinaron alimentos a los choferes de combis escolares, mientras que por estos días se intentará avanzar, entre otros sectores, con los peones de taxis. “Hay limitaciones en la logística porque la demanda es infernal”, reconoce. 

Con este escenario, el operativo de Acción Comunitaria consiste en la entrega de tres bolsones a los beneficiarios: uno, con artículos no perecederos; otro, con víveres frescos (papa, batata y cebolla, principalmente); y otro, con elementos de limpieza, como jabón y detergente.

 

Hourquebié: “Estamos articulando muy bien con Nación y Provincia”

La secretaria de Desarrollo Social, Verónica Hourquebié, destaca el diálogo con los gobiernos provinciales y nacionales. Además destaca las tareas del Municipio en el marco de la pandemia. “Nos centramos mucho con las personas que no reciben beneficios sociales. Las compras que del Municipio son dirigidas a esa parte de la población que no es atendida por ninguna parte del Estado”, señala la funcionaria.

En esa línea, Hourquebié asegura que la Comuna aguarda fondos de Nación por $8 millones para la compra de alimentos. “Todavía no llegó, pero se destinarían esas partidas para hacer una compra de comida. Parece mucho, pero la demanda es infinita y los recursos, escasos”, advierte.

Montenegro y Hourquebié


Con respecto a la solicitud de algunas organizaciones sociales de crear mercados populares en los barrios para contener la suba de precios asevera que es una cuestión que se está trabajando con Desarrollo Productivo. Hourquebié explica que también se tejieron líneas de acción con las personas en situación de calle. El Municipio cuenta con seis residencias para que estos ciudadanos cumplan con el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Entre ellas se destacan el Parador Las Américas y el Complejo Chapadmalal. Allí, desde el gobierno municipal se brinda comida, camas e higiene personal. En total, unos 350 beneficiarios asisten a estos dispositivos.


Chapadmalal: el rol de la Iglesia

A través de la Noche de la Caridad, el grupo conformado por integrantes de diferentes parroquias de la ciudad, se confeccionó un listado de personas en situación de calle con la finalidad de dar asilo a este sector desamparado.

Hasta el momento, un total de 80 personas reciben asistencia en el hotel N°4 del Complejo Chapadmalal, el cual es administrado por el Municipio con la finalidad de que este grupo marginado pueda cumplir con la cuarentena. En las instalaciones del lugar, las personas reciben cuatro raciones de comida diarias y asistencia médica.