Entre el distanciamiento que obligó a una readecuación del espacio físico, con barbijos y alcohol en gel, el Concejo rechazó la Rendición de Cuentas 2019 de la Administración Central, y ahora debate la situación los cuatro entes descentralizados y Obras Sanitarias. En este marco, con matices, oficialistas y opositores acordaron en un balance negativo sobre el último año de la gestión de Arroyo, como se desprende de las intervenciones de Alejandro Carrancio (Vamos Juntos) y Virginia Sivorí (Frente de Todos), los primeros en hacer uso de la palabra, quienes adelantaron el voto negativo de sus bloques.
“Hay números engañosos con algunas intencionalidades”, expresó Carrancio, en referencia al presunto superávit de las cuentas municipales. El edil sostuvo “no compartir esa posición, porque hubo partidas subejecutadas y a su vez no se incorporaron gastos que fueron pasados al ejercicio 2020". Entre estas últimas, el referente de Crear citó a la readecuación de precios de obras públicas, la no inclusión de los últimos aumentos salariales, la deuda con el IPS, el pago de la bonificación docente. “Los números no reflejan lo que ocurrió”, manifestó el edil. Recinto Sobre esto último se refirió Sivori, quien sí puso el acento en las responsabilidades de las administraciones de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri. “Las transferencias de capital de Provincia y Nación ocuparon el 0,4% del total de los recursos del Municipio. Eso dice algo de la gestión integral de la ciudad, la Provincia y Nación de Cambiemos”, sentenció. La economista destacó el contenido de la Memoria Anual de la Contaduría General, donde se remarcaron varias irregularidades. “Hemos advertido en su momento que todos ellos eran conflictos, por lo que muchos de estos problemas se podrían haber evitado”, manifestó, a la par que apuntó contra concejales que “en ese momento defendían al Ejecutivo”. También brindó una serie de datos que pinta el carácter del gobierno de Arroyo. “Desarrollo Productivo no ocupó ni el 1% total del presupuesto y Obras ni el 2%, eso habla de un municipio que no buscó iniciar soluciones estructurales”, consideró.
Del lado del radicalismo, la edil Cristina Coria vertió conceptos en la misma sintonía: “La gestión cuyos números estamos analizando fue mala, ya lo dijeron los vecinos el año pasado. Fue un modelo de desencuentros entre los dos departamentos, el Ejecutivo y el Deliberativo, y no ha sido responsabilidad de este Concejo, que ha intentado destrabar estas situaciones y generar consensos". Yendo a los números, la concejala reflejó que el 2019 fue "un año marcado por la subejecución, dentro de un contexto macroeconómico complejo por la inflación": el Municipio quedó abajo en sus cuentas. Por su parte, también disparó contra el ex titular de Hacienda, Hernán Mourelle: "La arbitrariedad desde la Secretaría de Economía hizo que algunos entes que podrían haber tenido un mejor funcionamiento padecieran la falta de recursos o en déficit, todo por la falta de transferencias". Por su parte, el massista Ariel Ciano, en primera instancia ponderó la presencia de Juan Tonto, "por su búsqueda de consenso e intentar buscar soluciones para los vecinos a pesar del Ejecutivo al que representaba". "Esperemos que el pasado no vuelva a gobernar el Partido de General Pueyrredón. Vamos a hablar del primer gobierno de cambiemos, porque el de Montenegro es el segundo", agregó. La situación de los entes
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