Comenzó debate de proyecto para triplicar multas por “fiestas clandestinas”

De manera sorpresiva, este mediodía comenzó el debate de un proyecto para triplicar las multas por la realización de “fiestas clandestinas” en el marco de la emergencia sanitaria y para que esos fondos sean destinados al sistema de atención médica.

El expediente fue presentado el jueves por Agrupación Atlántica –el primer proyecto de ordenanza del bloque en todo el 2020- y hoy ya fue ingresado sobre tablas en la comisión de Legislación.

El mismo propone la modificación de la Ordenanza 23.353 que regula las sanciones para los “propietarios, poseedores, tenedores de establecimientos, casas, quintas, fincas u otro tipo de inmuebles” donde se produzcan este tipo de eventos. La modificación plantea una triplicación de los montos mínimos y máximos por el plazo que dure la emergencia sanitaria y para que sea destinado a los fondos de la Secretaría de Salud para combatir el coronavirus.

“Es una herramienta más para el Ejecutivo y para que se pueda castigar a los que busquen lucrar en este contexto de emergencia”, explicó Mauricio Loria, el autor del proyecto. En la misma tesitura, la radical Cristina Coria señaló que “es muy acertada la modificación. En este tiempo donde hay un inmensos esfuerzo de empresas como de los vecinos, esto hay que agravarlo”.

Una posición alternativa planteó Marcos Gutiérrez, del Frente de Todos, quien expresó sus dudas sobre el alcance de la ordenanza y las modificaciones.

¿Qué se considera una “fiesta clandestina?

De acuerdo al artículo 1 de dicha ordenanza, se entiende por “fiesta clandestina” al “acontecimiento motivado con fines de diversión y esparcimiento en forma eventual y esporádica para determinadas fechas y acontecimientos, abierto a todo público, con o sin venta de entradas anticipadas, independientemente del lugar donde se desarrolle la actividad, donde se venda o despache bebidas alcohólicas o alimentos de cualquier índole, y que se efectúen sin contar con el debido permiso y sin observancia de la normativa vigente”.

Es decir, esa definición excluiría a priori a las reuniones sociales de esparcimiento en ámbitos privados, al poner como condición la apertura al público de los eventos como así también la venta o despacho de bebidas alcohólicas.

Esa postura precisamente no es la que impera en el Ejecutivo municipal que viene catalogando como “fiesta clandestinas” a los encuentros sociales nocturnos en domicilios particulares, los cuales pese a encontrarse en confrontación con las restricciones en el marco de la emergencia sanitaria, no se encuadrarían en el tipo de eventos perseguidos por la ordenanza en debate, orientada fundamentalmente a las prácticas comerciales.

“Las reuniones sociales son consideradas uno de los principales focos de contagio de Covid-19, se dan mayormente en espacio cerrados, con aglomeraciones de personas y sin distanciamiento”, remarcó la Municipalidad ayer en un comunicado donde dio a conocer que durante el fin de semana fueron desarticularas “19 fiestas clandestinas”, totalizando 465 desde que a principio de septiembre e habilitó una línea de wasap para denunciar este tipo de reuniones.