A través del decreto Nº 1860/20, el intendente Guillermo Montenegro promulgó la ordenanza que triplica los montos de las multas por la organización de fiestas clandestinas. La norma fue sancionada por el Concejo el 6 de noviembre pasado, por unanimidad. En concreto, se dispuso una modificación a la Ordenanza 23.353, que regula las sanciones para los “propietarios, poseedores, tenedores de establecimientos, casas, quintas, fincas y otro tipo de inmuebles” donde se produzcan estos eventos. El control de la nocturnidad es una de las grandes preocupaciones para el gobierno ante el inicio oficial de la temporada de verano. Por el momento, tal como señaló la semana pasada el titular de Seguridad, Horacio “Totó” García, los boliches como tales no abrirán durante estos meses, sino que habrá “cafés, bares y restaurantes con shows en vivo”. Ante esta prohibición, las fiestas clandestinas podrían ser una práctica recurrente ante la llegada del turismo, algo que desde la Comuna pretenden evitar por el riesgo sanitario.
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