Pese a los más de trece meses sin actividad plena producto de la pandemia, la política está más movida que nunca en la Universidad Nacional de Mar del Plata, en un año de definiciones con las elecciones que determinarán al próximo rector. Con un cúmulo de tensiones internas, el kirchnerismo comienza a alinearse detrás de la candidatura del actual vicerrector Daniel Antenucci, auspiciada por Fernanda Raverta, quien a su vez busca atraer al acuerdo al actual rector Alfredo Lazzeretti. Sin embargo, el “Pájaro” explora una alternativa que lo mantenga en el poder y pretende avanzar en un acuerdo con el radicalismo, prefigurando una elección polarizada. Los nombres propios de los protagonistas tienen detrás los respectivos espacios políticos a los que pertenecen, que configuran el entramado de acuerdos que se comienza a definir y que evidencia la fuerte ligazón con la política municipal. Con el control de las principales dependencias del gobierno nacional y provincial en Mar del Plata, la directora ejecutiva de Anses está convencida que es el momento para ampliar su poder y hacerse de la conducción de la Universidad. Hasta el año pasado estaba prácticamente resuelta la postulación de la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud y Servicio Social, Paula Meschini, pero el GPS de la líder camporista recalculó en el último tiempo hacia una coordenada que le garantice mayores posibilidades. Allí emerge la figura del vicerrector Daniel Antenucci, del Movimiento de Articulación de la Militancia Emancipadora, el espacio universitario más conocido por su sigla, MARME. Al tratarse de un candidato más moderado que otras opciones, podría atraer a sectores que no acompañarían una propuesta encabezada por el ala dura K. Más allá de las tensiones internas que persisten tras el abandono de la opción por Meschini, el kirchnerismo ya se alineó detrás del biólogo y es la apuesta fuerte para terminar con más de 20 años de conducción socialista. El vicerrector Antenucci (derecha) se perfila como el candidato del kirchnerismo Según todos los cálculos, las PASO de septiembre estarán fuertemente atravesadas por el debate en torno a la crisis sanitaria y las principales alianzas empiezan a perfilar candidatos vinculados a la temática. Por caso, en Juntos por el Cambio suena la secretaria de Salud Viviana Bernabei, por lo que el Frente de Todos busca no quedarse atrás y una de las variables que se analiza es la del director de la Escuela Superior de Medicina de la UNMdP, Adrián Alasino, referente del Partido Socialista. “El cálculo es sencillo: ¿preferís un concejal o el rectorado?”, planteó a La Tecla Mar del Plata una fuente habitué de los mentideros de la política universitaria. Ese interrogante ya habría sido resuelto por Lazzeretti, quien tendría decidido arriesgarse por un segundo mandato, el último habilitado por el nuevo estatuto universitario. El plan consiste sencillamente en una alianza con el otro gran actor de la política universitaria, el radicalismo, con base en la Facultad de Derecho. “La elección provincial nos fortaleció”, reconoció uno de sus dirigentes del centenario partido, en referencia a los comicios que elevaron a la presidencia de la UCR Provincia de Buenos Aires a Maxi Abad, graduado de Derecho y expresidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Si bien no ocultan los cuestionamientos a las dos décadas de conducción socialista –la perdida de terreno ante universidades privadas que ofrecen carreras más vinculadas a la realidad del mercado y la falta de políticas ante la deserción estudiantil, como las principales-, consideran que una conducción kirchnerista es el peor escenario. El kirchnerismo busca atraer al socialismo barajando incorporar a Alasino a la lista de concejales Contador público de profesión, el rector por ahora busca instalar su candidatura en formula con el historiador Daniel Reynoso, actual secretario académico de la UNMdP y otro baluarte del socialismo. La salida a la cancha le permitiría posicionarse, dejando abierta la puerta para reemplazar a Reynoso por alguna figura del radicalismo. Otro interrogante a despejar es el de la instrumentación de la elección. En 2017 se estrenó el nuevo régimen electoral que unifica todos los procesos en un mismo año, con elecciones simultáneas en todos los claustros y unidades académicas. Por la pandemia, el año pasado se suspendieron las elecciones de Centro de Estudiantes, extendiendo automáticamente los mandatos de sus autoridades. Este año y prácticamente sin clases presenciales desde marzo de 2020 –solo algunas pocas carreras las mantienen- , los comicios representan un desafío en cuanto a la logística sanitaria. “La única chance que no haya elecciones es que no las haya a nivel nacional. Tendremos que ver cómo, pero en ese caso se realizarán igual”, admitió una autoridad universitaria. El acuerdo para postergar las PASO a septiembre acelerará los tiempos de la rosca universitaria, en los inicios de lo que se prevé como una disputada elección. |