Alejandro Martínez: “Si llegamos al Concejo, haremos una pequeña revolución”

Con una trayectoria como militante de larga data,  Alejandro Martínez, el primer candidato a concejal por el FIT, se ilusiona con la posibilidad de lograr una banca en el Concejo: sería la primera vez que la izquierda trotskista logre representación a nivel local.

Se trata de una chance que comienza a sonar fuerte en el runrún de las 6 fuerzas políticas que competirán en noviembre, sacando rédito de la amplia derrota del Frente de Todos en las PASO. En este contexto, y a pocos días para los comicios, Martínez dialogó con La Tecla Mar del Plata acerca de sus expectativas electorales, los dos años de gestión de Montenegro y los debates que impulsará en caso de obtener un escaño en el HCD.

- Se está generando mucha repercusión sobre un posible crecimiento electoral del FIT en Mar del Plata. ¿Cuáles son sus expectativas hacia el 14 de noviembre?

-Tenemos amplias expectativas, aunque cautelosas. Nosotros notamos un crecimiento en las adhesiones a nuestros planteos. No pensamos levantar el pie del acelerador de la campaña que estamos haciendo. Estamos convocando muy fuertemente a la ciudadanía para fiscalizar los votos en noviembre.

Hemos redoblado esfuerzos para esta campaña, la más masiva que hemos hecho hasta ahora. No queremos dormirnos en ningún laurel, aspiramos a reforzar la presencia en el Parlamento y conquistar un lugar en el Concejo Deliberante. La disputa nuestra por una banca implica también un cambio en la correlación de fuerzas en el Concejo.

-¿Cuál sería la importancia de que el espacio llegue al Concejo Deliberante y cómo imagina su rol opositor?

-Va ser como patear un hormiguero, como romper un dique de contención porque acá la población trabajadora está explotada y agredida por las gestiones de los distintos gobiernos. Y eso no tiene eco en el Concejo. Jamás se discuten cosas de interés. Hay una falta de reconocimiento de los concejales hacia ellos mismos y su tarea como legisladores. Si llegamos al Concejo, haremos una pequeña revolución.

Hay un montón de cosas que se sufren en la ciudad y no se discuten, como la precariedad laboral en el Puerto. La última vez fue en 2008, cuando una masiva movilización de obreros  ocupó el Municipio. Ahora están todos esperando la temporada de verano, pero lo que nosotros vemos que se viene es una masacre laboral. Después están los patrones que quieren poner a trabajar a la gente por migajas, esa es la verdadera crisis.

- ¿Qué balance hace de estos dos años de gobierno de Montenegro?

-No sé cómo calificarlo, hay que respetar al electorado que lo votó. Pero realmente no se ve nada de gestión. Los barrios están destruidos. Ahora salió a arreglar algunas calles, 15 días antes de las elecciones; pero el presupuesto para obras públicas se ejecutó tan solo el 20%, en la misma línea que la Secretaría de Producción. Si eso no es un ajuste contra los barrios, en donde no se puede ni caminar por la falta de veredas y pozos; hay falta de personal en salitas, además del mal servicio de transporte. Evidentemente, Montenegro aprovecha el desprestigio del Gobierno Nacional y Provincial con posturas simbólicas. Pero en los hechos, hay un cogobierno de Montenegro con Berni, sacando rédito de esa pose de hombre duro que garantiza la seguridad, aunque no lo hace ni en los barrios céntricos

- ¿Y del Frente de Todos como oposición local?

-En nuestra plataforma planteamos que hay un cogobierno de Montenegro y Raverta. Esto se ve en las playas privatizadas, en la seguridad, en el ajuste que aplican ambos sobre la salud y la educación. Hay una comunión absoluta entre ambas fuerzas, más allá de que en campaña hay que disimular. El llamado a reflexión de la sociedad tiene que ver con acompañar a una alternativa como el FIT, que confronte con la orientación que lleva adelante Montenegro, que la frene y plantee otra salida en función de los intereses de los trabajadores de la ciudad; algo que el Frente de Todos hoy no ofrece ni por asomo.

- En la última semana se armaron distintos debates, sobre todo en escuelas. ¿Qué respuesta recibe a sus propuestas en los jóvenes?

-He estado en todos los debates, a diferencia de las otras fuerzas políticas. Las reacciones han variado según el ámbito estudiantil. Pero, en general, veo que la juventud está muy preocupada por la cuestión medioambiental, frente a la cual el FIT tiene una posición muy clara en contra de las petroleras en el mar, así como del extractivismo y el uso de los agrotóxicos. También hay demandas por la violencia de género y la precariedad laboral en esta franja etaria: una de las batallas que llevamos adelante a través de los gremios y por la cual tenemos un planteo muy claro de no adaptar la formación al mercado laboral.

Por caso, en el debate de hoy polemicé sobre la seguridad y el empleo, dos conceptos muy ligados porque hoy la mejor salida laboral que tienen los jóvenes es alistarse en las fuerzas de seguridad. Es para lo único que hay presupuesto sin límites. Después se recorta en la salud, la educación o la contención social. Esto quedó demostrado con la llegada de Prefectura a la ciudad esta semana. Pero cuando alguien reclama un profesional más en alguna salita, no hay fondos.

Martínez, junto a la militancia, repartiendo boletas

- ¿Qué opina sobre el servicio del transporte público de pasajeros?

-El dueño del transporte público debió haber sido expulsado hace rato. En el Concejo no se investigó nada en relación a los desvíos de subsidios de los empresarios. Los que denunciaron esto fueron los trabajadores, que se toparon con la causa de los choferes fantasma. Y es muy serio esto. Nosotros vamos a revolver la documentación para que se investigue lo ocurrido. El concesionario hace rato que no debería estar en ese lugar, pero igualmente se apresta a renovar la concesión. Encima ahora están armando un pliego que, de entrada, es a medida del grupo monopólico que maneja el transporte.

-¿Y sobre el aumento del boleto y los subsidios que recibe Mar del Plata? En el Municipio se habla de una “discriminación” por la diferencia con el AMBA

-La discriminación a Mar del Plata es como si Montenegro se quejara de que están robando más en otro lado y quisiera que se robara más acá. No hay discriminación. En algunos lados los empresarios currarán más y en otros menos. La discriminación la hacen los concejales con los trabajadores que utilizamos el servicio, que nos ponen una tarifa fraudulentamente calculada.

-Otro tema sensible es la privatización de playas, ¿cuál es su visión?

-El FIT se distingue de las otras fuerzas políticas sobre esta cuestión que no dicen nada sobre esto y después aceptan las privatizaciones. O el padrinazgo para las plazas. Las empresas privadas ponen un cartelito de propaganda, pone unos pesos para hacer arreglos y, a cambio de eso, recibe numerosos beneficios impositivos por parte del Estado. Es un avance en la privatización de esos lugares. Esos espacios se deben recuperar con presupuestos acorde y que los grandes propietarios paguen los costos con sus tasas municipales.

También se ve mucho el slogan de que los empresarios están “agobiados” por el cobro de impuestos. Las últimas medidas de Kicillof, por caso, apuntan a perdonar el cobro de tasas, con la excusa de la pandemia. ¿De qué se quejan? Les perdonaron todo.