Pocos lugares para muchos aspirantes, la encrucijada del oficialismo

A un año para la definición de los candidatos, el oficialismo se encuentra ante el interrogante de cómo conformar la lista en el marco de una alianza de gobierno ampliada y con muchos aspirantes para pocos lugares.

A las patas tradicionales de Juntos por el Cambio-Pro, UCR y Coalición Cívica-el intendente tejió acuerdos con otros sectores socios minoritarios. Así llegaron al Gabinete el peronismo no K, de la mano de los gastronómicos y el pichettismo, al igual que el GEN, el Partido Unir e incluso nombres que supieron coquetear con los libertarios, como Hernán Alcolea.

También se suman los ediles que hacen fila para renovar, universo en el que se encuentra, entre otros, Nicolás Lauría. Tras haber encabezado en 2019 y luego alejarse, el ex basquetbolista volvió a coquetear con el oficialismo, cuestión que podría tener un correlato en el armado de las listas o el próximo gabinete en caso de un triunfo en las generales.

Las tensiones y líneas internas de los principales espacios agregan más condimentos. Por un lado, Halcones y Palomas en el Pro; por el otro, las discusiones del radicalismo, en donde no son pocas las voces que exigen mayor protagonismo en 2023 y así salir de la sombra amarilla. 

Si bien la foto de hoy indica que el vínculo entre Guillermo Montenegro y Maximiliano Abad pasa por un buen momento, el escenario de internas no se puede descartar en la medida que suba la temperatura. No sólo en el plano local, sino en la superestructura. La crítica de Mauricio Macri al “populismo” de Hipólito Yrigoyen fue un tiro por elevación ante el cual los boina blanca cerraron filas contra el ex presidente.

En el frente interno, mientras tanto, no son pocos los funcionarios de primera línea que ven con buenos ojos posicionarse como candidatos el año que viene. Al persistir la centralidad de Montenegro como figura del gobierno, los secretarios del Gabinete buscan desembarcar en el Concejo o la Legislatura para ganar mayor visibilidad y así evitar otros condicionamientos, como la donación del 15% del sueldo que rige desde que comenzó esta gestión.

Se trata de una situación que, puertas adentro, ya genera fricciones entre las áreas del Ejecutivo: el deseo por jugar fuerte en 2023 se da de bruces con la necesidad de mostrar y mejorar la gestión. Éste último fue un pedido expreso del intendente en el último mes, el cual no todos vienen cumpliendo por su fiebre eleccionaria.