Recogiendo el guante de la medida, tomado por la gestión Merlini, el Consorcio renovó el contrato pero los resultados, a 7 meses, parecen no ser los esperados, ya que aún no se concretó el trabajo siquiera en aquel buque. El Consorcio levanta 10 desafección, que en buena parte fueron hechas en los astilleros privados de la ciudad, que sin embargo tampoco dan a basto por la demanda de turnos para distintas actividades (arreglos, construcciones, etc). En otros casos se utilizaron para el Parque Submarino Cristo Rey y algunos fueron llevados para desguace fuera de Mar del Plata. El problema del ritmo no es menor: con alrededor de 40 buques inactivos, al ritmo actual, el Consorcio podría tardar más de 15 años en la limpieza. Los plazos empiezan a correr a contrarreloj si se miran otros procesos en paralelo, como el advenimiento de la industria off-shore. Como revelaron distintos actores vinculados a dicho sector, la actividad podría comenzar a fin de año, por lo que la llegada de buques relacionados a la actividad se encuentra a solo algunos meses. Si bien desde la política afirman que "Mar del Plata será un puerto petrolero", la realidad, a la fecha, dista de dicho objetivo. |