Luego de varias idas y vueltas y rumores, Gabriel Felizia abandonó la conducción del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata (CPRMDP). Si bien el directorio que lo acompañaba continuará hasta el 2026 (había sido ratificado en febrero de este año), el cargo de presidente quedará vacante y será parte de el reordenamiento de fichas bonarrense del peronismo/kirchnerismo.
Felizia deja tras de sí una gestión marcada por varias postales de desidia y falta de operatividad. El Consorcio, responsable de las cuestiones estructurales del puerto tiene como una deuda central el desguace de buques inactivos. La política de incentivos a los armadores sancionada en el 2021 no surtió efectos mientras que el contrato con la Armada Argentina para el uso del varadero de la Base Naval computó a favor solo dos naves en el periodo de un año y tres meses.

La construcción del Espigón 9, por su parte, forma parte de las idas y vueltas de la gestión que fueron desde el anuncio de Raverta y Guzmán en enero del 2021, a la afirmación de Felizia de que nunca recibieron partidas por parte de ANSES a la declinación de fondos a una entidad nacional.