Lo que dejó Mourelle en su última día y las repercusiones de su salida

El último día de Hernán Mourelle al frente de la secretaría de Economía y Hacienda, luego de que el intendente resolviera echarlo, no estuvo exento de diversas medidas.

En primera instancia, según informaron a La Tecla Mar del Plata, Mourelle firmó un decreto por el cual la comuna renovó por un mes un plazo fijo por $300 millones de pesos en el Banco Nación.

Por otro lado, en los últimos instantes como funcionario, el titular de Hacienda le dio indicaciones a los empleados del área para transferir al Ejecutivo algunos expedientes que adeudaba. Entre ellos, se destaca la renovación de los contratos de alquiler de los edificios donde funcionan el Juzgado de Faltas, ubicado en Garay 3136, y la subsecretaría de Transporte y Tránsito, emplazada en Avenida Independencia N° 3299. Los trámites estaban avanzados, pero el licenciado en Economía los tenía cajoneados.

En esta misma línea, según informaron desde el Ejecutivo, Mourelle habría dejado pagos adeudados a proveedores del municipio. “Él seleccionaba a quién dejaba para pagarle a lo último. Disciplinaba con la billetera y beneficiaba con los que tenía mejor relación. Hay un par de proveedores que se están quejando, arbitrariamente los tenía castigados y les abonaba a último momento”, informó un funcionario municipal a este medio.

En este marco, se destaca la situación del combustible para los vehículos municipales. Desde el Ejecutivo quedó malestar hacia Mourelle, ya que dejó un gran atraso en las erogaciones. “Si no se paga esta semana, nos cortan todos los suministros de combustible a los vehículos municipales. Nadie entiende por qué paró los pagos, porque está la plata”, confiaron a La Tecla Mar del Plata.

De hecho, en el último Boletín Oficial, con la firma de Arroyo y Mourelle, se firmó el Decreto Nº 1849/19, por el cual la comuna autorizaba pagos por $11.500.000 referentes a la contratación del suministro de combustible para el “abastecimiento del parque automotor y maquinarias de la Administración Municipal, de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y de la Policía de General Pueyrredón”, según se detalla en el artículo 1 de la resolución.

 

 Las repercusiones políticas en el Concejo
 

Desde el cuerpo legislativo, La Tecla Mar del Plata dialogó con representantes de diversos sectores políticos, quienes dieron su parecer en torno al alejamiento del hombre de las finanzas en el Municipio.

Desde el bloque de Unidad Ciudadana, el edil Daniel Rodríguez consideró: “No se puede destinar toda la atención al hecho sucedido. Es un funcionario más, en este gobierno ha habido muchos relevos de varios secretarios y no han recibido la atención suficiente. Esto está dentro de los resortes de la democracia y la autoridad del intendente. Mourelle era un hombre de Lanús, no conocía la raigambre de las instituciones locales, no dejó sector por atacar. Su actitud fue siempre criticable. Hemos intentado hacerle cambiar su actitud, pero no fue suficiente”.

En relación a lo que ocasionó la salida del titular de Hacienda, Rodríguez manifestó: “El desenlace fue una actitud totalmente irresponsable con respecto al intendente. Lo tenemos que preservar todos a Arroyo y al organigrama de la institucionalidad”. En tanto que sobre el desembarco de Alfredo Osorio y los posibles “paños fríos” en la relación entre el Ejecutivo y el Concejo, puntualizó: “Eso va a depender de todos, de nosotros, el funcionario y el propio intendente. Tenemos que funcionar en un marco de consensos. Cotidianamente”.

Por su parte, Marcelo Fernández (Acción Marplatense) se expresó en la misma línea: “Ni bien ingresó Mourelle, nosotros tuvimos muchas críticas en cuanto al armado del Gabinete. La historia de funcionarios que son de otras ciudades y vienen a Mar del Plata no es la mejor, no suelen conocer la realidad de la ciudad”. 

Y agregó: “Durante dos años, Mourelle ha hecho declaraciones y generó conflictos. Lo primero fue con las sociedades de fomento, cuando las descalificó. En cada tratamiento de la Ordenanza Fiscal e Impositiva, él no ahorró críticas. Fueron siempre ofensivas a distintos sectores. En este último tiempo, se enfrentó con la oposición y los aliados de cambiemos, incluso a los propios funcionarios del Ejecutivo. Por suerte, esta es una etapa felizmente superada”

Además, se mostró expectante por la llegada de Osorio al frente de Hacienda:. “Se van a transparentar realmente las cuentas municipales, nosotros no compramos que hay un superávit, hay un déficit enorme”. 

Por su parte, Alejandro Carrancio (Crear), expuso: “La decisión es del intendente. Yo siempre he tenido la postura de que el Arroyo puede elegir con quién se rodea para trabajar y quién deja de serle útil para cambiar. Con lo cual, en ese sentido, siempre voy a acompañar la decisión del intendente. Creo que el alejamiento de Mourelle descomprime. Generó muchos conflictos autogenerados y le hizo dar muchas batallas al Municipio que fueron innecesarias”.

A diferencia de los ediles opositores, Carrancio ponderó que Mourelle “deja ,desde lo técnico, los números del Municipio acomodados”. Y profundizó: “Eso es algo positivo, pero haciendo un balance, con todos los conflictos que generó, es acertada la decisión de Arroyo de cambiar de funcionario. Más pensando en una etapa de transición de acá a diciembre, con lo cual lo mejor era hacer un traspaso ordenado”.

Por último, el edil Mario Rodríguez (UCR) observó: “Han sido tiempos muy duros los de Mourelle, signados por un estilo de gestión confrontativa, con permanentes denostaciones a los distintos sectores, ante la mínima crítica o posición alternativa a la lectura de la realidad del oficialismo más ortodoxo. Tras el alivio que produce este momento, es necesario que todos reflexionemos acerca de lo que, para bien de nuestra ciudad, debe necesariamente venir”.

De cara al final del mandato, el concejal explicó: “Quedan escasos 83 días para el cambio de gobierno. Debemos desandar el camino del destrato y la falta de respeto, construyendo ámbitos de diálogo y hallando imprescindibles acuerdos, para que estos tiempos de transición sean fructíferos. Para ello, el Intendente Arroyo deberá entender las instancias difíciles que estamos viviendo, recuperando la moderación e instruyendo a algunos de sus funcionarios, los más proclives a la belicosidad, a deponer este tipo de actitudes, pidiendo en algún caso disculpas públicas a quienes se ha agraviado de manera innecesaria”.