Boom mascotero por el efecto Dylan

Desde tiempos inmemorables se dice que el mejor amigo del hombre es el perro. Para algunos, en cambio, los gatos son la compañía ideal. Y hay quienes prefieren y tienen a ambos. Lo cierto es que el ámbito de la política también tiene a sus protagonistas de cuatro patas, que en el último tiempo han ganado en exposición. El auge de las redes sociales y la cercana experiencia de la campaña electoral potenció la presencia mascotera en el universo digital y mediático. Sin dudas, el perro de raza collie del Presidente Alberto Fernández se roba todos los flashes, pero hay más animales domésticos -y no tanto-. La Tecla propone un repaso por los incondicionales amigos de la política.
 

 Dylan, el amigo fiel de Alberto Fernández
 

El 13 de enero de 2019 se abría la cuenta oficial de Instagram de Dylan Fernández, el perro de raza collie del entonces armador de la unidad en el Frente de Todos. Cuatro meses más tarde, Alberto Fernández sería proclamado candidato a Presidente por la propia Cristina Fernández de Kirchner. A partir de ahí, el can se convirtió en actor fundamental de la campaña presidencial. Era común ver pasear junto a él al exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner, e incluso llegaron a compartir alguna nota periodística. El vínculo de Alberto con Dylan favoreció a la imagen del aspirante al sillón de Rivadavia, humanizó al político, hecho poco común en los tiempos que corren. En simultáneo se disparaban las consultas en los criaderos de la particular raza.
 

“Nací en Pilar, mi mejor amigo es Alberto Fernández. El me llamó así en honor a Bob Dylan. Soy un collie nacional y popular”, reza la descripción de su perfil oficial en las redes sociales, donde cuenta con más de 200 mil seguidores. A fines de diciembre se sumó al mundo digital el hijo de Dylan: Prócer. Hasta hoy, Alberto saca a pasear a su amigo diariamente.
 

Pelota, la chancha de Felipe Solá da la nota
 

En octubre de 2018, el entonces diputado nacional por Buenos Aires presentaba en sociedad a una inusual amiga animal: una chancha. “Esta es Pelota. Vive en casa, es peronista y está a favor del consumo interno: se come todo lo que encuentra adentro”, indicó Solá desde su cuenta de Instagram. No tardó mucho tiempo en volverse viral y ser parte de la campaña del Frente de Todos. También compartieron notas juntos y la cerda ayudó a mostrar un lado diferente del exgobernador bonaerense. Supo generar un gran vínculo con él y con su perra Mono, una terranova.