21 de agosto de 2025
REDES SOCIALES
Montenegro celebra la llegada de Hard Rock y refuerza su narrativa de ciudad abierta al mundo
Con un mensaje en redes y un video testimonial de directivos de la firma, el intendente y candidato a senador por la Quinta Sección, Guillermo Montenegro, presentó la llegada de Hard Rock Cafe como símbolo de una Mar del Plata con temporada de 12 meses. La apuesta privada se convierte en capital político para la campaña libertaria.
En medio de la carrera electoral, el intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, volvió a utilizar sus redes para anunciar el desembarco de Hard Rock Cafe en Mar del Plata. Así, destacó que la ciudad “se abre al mundo” y que este tipo de inversiones representan “actividad y trabajo todo el año”. Con el hashtag implícito de la gestión, volvió a insistir en el concepto de “desalambrar la ciudad”, una metáfora que ya forma parte de su repertorio discursivo.
El anuncio no fue solo político: Montenegro lo acompañó con el testimonio de Tom Perez, vicepresidente global de la marca, quien reconoció que la empresa llevaba años buscando un local adecuado en la ciudad y que recién tras la pandemia, las condiciones cambiaron para pensar en una Mar del Plata con actividad los 12 meses. La llegada del Hard Rock se inscribe en esa narrativa: pasar de una ciudad estacional a una plaza internacional con identidad propia.
Desde el punto de vista económico, la instalación generará entre 80 y 100 empleos directos, además de un número importante de puestos indirectos vinculados al turismo, la gastronomía y los servicios. Pero en clave política, Montenegro convierte la inversión privada en un aval para su gestión: muestra resultados tangibles en medio de la campaña legislativa, con un discurso que mezcla modernización, apertura y empleo.
La apuesta no es ingenua: en un contexto electoral marcado por la polarización entre el modelo libertario y el kirchnerismo, cada anuncio se convierte en munición discursiva. Hard Rock Cafe, en este caso, es mucho más que un restaurante: es un símbolo de proyección global que Montenegro se apropia como logro de gestión y carta de campaña.
En un distrito donde la desconfianza hacia la política convive con la demanda de resultados concretos, la foto de una marca internacional desembarcando en Mar del Plata funciona como capital político. Lo que está en juego no es solo una franquicia, sino la narrativa de ciudad que cada fuerza quiere ofrecer de cara al 7 de septiembre.