Las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre dejaron en General Pueyrredon un mapa político renovado, con ganadores claros, perdedores de peso y la irrupción de terceras fuerzas que rompieron la paridad entre dos polos.
El gran triunfador de la jornada fue Guillermo Montenegro. El intendente, que encabezó la lista de senadores provinciales, volvió a imponerse sobre Fernanda Raverta en una pulseada ya clásica. Con el 42,04% (279.811 votos) contra el 37,47% (249.374), Montenegro sumó su tercera victoria consecutiva sobre la ex titular de Anses. En Mar del Plata la diferencia fue aún más amplia: 52,05% a 36,72%. El corte de boleta jugó a su favor y consolidó una “marca” política propia, desligada de las coyunturas nacionales. Para el oficialismo amarillo, el resultado también implica retener centralidad en la agenda pública provincial.
El otro ganador fue Fernando Muro. El concejal electo por La Libertad Avanza logró instalarse como un actor de peso en el nuevo Concejo Deliberante, con el 38,14% (125.280 votos) que le garantizan cinco bancas. Aunque quedó lejos del techo de Montenegro, supo capitalizar el voto. Fuerza Patria, con Mariana Cuesta, se quedó con el 20,42% y tres bancas.
Pero la gran novedad de la elección fue la irrupción de terceras fuerzas. Acción Marplatense alcanzó el 19,09% (62.712 votos) y consiguió dos escaños, mientras que Nuevos Aires, con Gabriela Azcoitía a la cabeza, sorprendió con un 14,6% (47.957 votos) y también se aseguró dos bancas. Así, por primera vez en dos años, el Concejo se conformará con un reparto más diverso, que obliga a la negociación constante y pone fin a los tiempos de mayoría automática.
Entre los derrotados, la gran señal de alarma se encendió en el kirchnerismo. Raverta volvió a caer y ya acumula tres derrotas frente a Montenegro. El golpe abre la puerta a la renovación en el PJ de cara a 2027, donde otros dirigentes empiezan a perfilarse con ambiciones de disputar el liderazgo.
Con Montenegro rumbo al Senado y Agustín Neme al frente del Ejecutivo local desde el 10 de diciembre, La comuna inicia una nueva etapa. El tablero político quedó abierto, con un oficialismo que deberá tender puentes y una oposición que busca redefinir su identidad tras una derrota que reconfigura el mapa hacia el futuro.
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