Crece el repudio por el decreto de Arroyo

A través del decreto 1986/19,  Carlos Arroyo decidió que el área de Liquidación de Haberes pase a estar bajo la órbita de la secretaría de Economía y Hacienda, conducida por Hernán Mourelle. La decisión no fue vista con buenos ojos por la Contaduría General de la comuna, a cargo de Guillermo Costanzo, quien realizó hoy una presentación ante el Tribunal de Cuentas en la que muestra su disconformidad con el cambio dispuesto por el intendente.

En el documento al que tuvo acceso La Tecla Mar del Plata, Costanzo detalla: “El citado acto administrativo elimina la Dirección de Liquidación y Control de Haberes dependiente de esta Contaduría General, reasignando su personal y sus misiones y funciones al Departamento de Liquidación de Haberes; y traslada este Departamento de la Subcontaduría Municipal a la Secretaría de Economía y Hacienda”.

El funcionario advierte en el documento que es una medida “sorpresiva” del Departamento Ejecutivo, ya que fue “tramitada en forma inconsulta por la Subsecretaría de Coordinación Administrativa”. Además, se destaca que se “ha hecho caso omiso de lo aconsejado por la Dirección de Dictámenes y la Dirección de Coordinación de Asuntos Judiciales de la Subsecretaría Legal y Técnica, en cuanto a la necesidad de contar con la opinión de esta Contaduría”.  

También se abre el interrogante sobre las “las implicancias que tal decisión podría traer para la Comuna” en el proceso judicial iniciado  por el municipio para apelar la medida cautelar aprobada por el Juzgado de Necochea, el cual habilitó que Germán Stirnamann, el ex Director de Haberes que fue trasladado por decreto al Emder (Ente Municipal de Deportes y Recreación), vuelva a sus funciones.

Por otro lado, Costanzo explica que la Dirección de Liquidación y Control de Haberes se creó en 2014, lo cual modificó la estructura orgánico funcional de la Contaduría General. “Entre otras cuestiones, se jerarquizó esta área sensible que debe asegurar el debido proceso de liquidación de haberes de los agentes municipales, colaborando en la planificación de toda modificación que afecte a la masa salarial, teniendo en cuenta el objetivo de brindar previsibilidad al gasto más significativo del presupuesto municipal”.

Entre las funciones que tenía la dependencia que estaba bajo la órbita de la Contaduría Municipal antes del decreto, se destaca la revisión de la liquidación de haberes, el control del “proceso liquidativo”, la interpretación de las normas aplicables y su instrumentación. “La modificación decretada trastoca los procesos implementados hasta el presente”, sostiene el contador.

Sobre el cierre, Costanzo asegura que “resulta extraño que estas cuestiones no hayan sido evaluadas en los considerandos del decreto 1986/19” y subraya que el acto administrativo no cuenta con la firma del secretario de Gobierno, Alejandro Vicente.

“Debo manifestar mi disconformidad con la medida adoptada por el Departamento Ejecutivo, debiendo deslindar mi responsabilidad en cuanto a la legalidad de las órdenes de pago de haberes que sean emitidas en la liquidación del mes en curso, y las sucesivas”, concluye Costanzo.