La Tecla Mar del Plata
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Del 20 de agosto, al 30 de septiembre, el Teatro Colón cerró sus puertas por una “puesta en valor” de su infraestructura. En su momento el Secretario de Cultura, Christian Rabe, aseguró: “como nos pidió el Intendente Arroyo arreglaremos los camarines, baños, compraremos luces nuevas, refaccionaremos butacas y pintaremos el escenario”. Todo fue en vano.
Un dicho popular dice que “lo barato sale caro” y este es el caso del Teatro Colón, el recinto cultural ubicado a metros de la Municipalidad que tiene espectáculos y actividades durante todos los días, los 365 días del año.
En su momento, Rabe también dijo: ““Es una obra necesaria para que los marplatenses y batanenses disfruten este espacio por mucho tiempo” pero cuatro meses bastaron para que quede a la vista de todos que las refacciones, que se hicieron con empleados del EMSUR no fueron lo suficientemente buenas como para durar, com Rabe decía.
Mora Godoy fue el estandarte de la temporada teatral propuesta por la Secretaría de Cultura, la bailarina fue el estandarte que Rabe alzó para mostrarse orgulloso de su gestión. Y justamente, fue la bailarina quien se quejó del mal estado y el abandono que tiene el Teatro Colón.
Los baños no tenían agua. Los empleados del recinto cultural, le dejaron a la profesional del baile y su partenaire dos baldes al lado del inodoro, para que puedan hacer sus necesidad y tirar un poco de agua antes de salir a escena. Las duchas tampoco funcionaban.
Fue menester que Godoy se queje para que arreglen el problema del baño, y el aire acondicionado que también estaba fuera de servicio. Según pudo saber La Tecla Mar del Plata, recién el 23 de enero, se pudo solucionar en un 60% al menos esos detalles no menores.
Pero eso no es todo. La humedad en Teatro volvió a aparecer. Casi cinco meses después de terminar con la lavada de cara, las paredes del recinto ya se están brotando nuevamente. El problema nunca desapareció.
Las puertas de ingreso al emblemático Colón no tienen picaporte antipánico, como la ordenanza lo dice. Son de vidrio, y abren para adentro, sin llamar a la desgracia, puede terminar en tragedia.