Mar del Plata no solo es playas y gastronomía. También es cultura. Y uno de sus máximos íconos es el Festival Internacional de Cine, único de clase A en Latinoamérica. Su historia arrancó en 1954, durante el peronismo, cuando el Estado fue el principal impulsor. En 2024, el festival celebró su edición 39 y 70 años desde aquella primera experiencia bajo la gestión de Juan Domingo Perón. En 2025 llegará la 40, pero en un contexto distinto: con un Estado nacional más replegado, aportes privados y la comuna involucrada como coorganizadora.
Con la llegada de Javier Milei a la presidencia, varios organismos estatales sufrieron recortes. Uno de los más afectados fue el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), que vio reducido su presupuesto y, mediante una resolución en marzo de 2024, recortó apoyos a festivales de todo el país, incluido el de Mar del Plata.

Esta medida generó fuertes críticas desde la oposición y sectores culturales. En el Concejo Deliberante se presentaron proyectos para exigir la realización del Festival. Incluso la bancada de La Libertad Avanza propuso que el Ente Municipal de Turismo y Cultura (EmturyC) financie el evento con fondos del Fondo de Promoción Turística e “invite al sector privado a participar”. Sin embargo, esas iniciativas no prosperaron.
Ante este escenario, el intendente Guillermo Montenegro dio una señal clara. En una conferencia en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), anunció que se reunió con el presidente del INCAA, Carlos Pirovano, para diseñar estrategias que garanticen la continuidad del festival. La clave: abrir la participación a inversores privados vinculados al mundo audiovisual, sobre todo plataformas de streaming.

Tras semanas de negociación, se firmó un convenio entre el INCAA y el EmturyC para coproducir el festival durante los próximos tres años. El acuerdo fue enviado al Concejo Deliberante y, pese a algunas críticas opositoras por falta de información, fue aprobado por unanimidad, con la abstención de Unión por la Patria.
Pese a las dificultades, la edición 39 finalmente se realizó. La ceremonia fue sobria, con pocas figuras internacionales y autoridades nacionales y municipales presentes. Los nuevos directores del festival aclararon que los rumores de cancelación fueron “malentendidos”.
Pirovano contó en diálogo con La Tecla que “de entrada nos pusimos de acuerdo para trabajar”. “El año pasado hubo poco tiempo y fue más un festival para ordenar y acomodar los tantos. Ahora, con la experiencia del año pasado, el equipo armado en Mar del Plata y el INCAA está listo para hacer un festival de otra categoría y nivel”, agregó.

Consultado sobre si el acuerdo electoral entre La Libertad Avanza y el PRO influye en la organización, dijo: “El año pasado no había tal cosa y funcionamos bien". “Nosotros no vemos al Estado como proveedor de herramientas políticas, sino de políticas públicas. El INCAA tiene un rol que es la promoción y apoyo al cine nacional. El festival es una herramienta para eso y para la ciudad, porque es una vidriera y atracción turística, un punto de encuentro durante diez días de toda la industria audiovisual mundial”, remarco.
“Lo que hay es una convergencia de intereses. Si mañana el gobierno nacional no es de LLA ni el municipal del PRO, no debería importar. Lo importante es el festival y que sea de Mar del Plata. Esas premisas no deberían negociarse”, concluyó.
Bernardo Martín, presidente del EmturyC, destacó la modernización del evento: “El festival debe aggiornarse con lo que sucede y ganar protagonismo en cada marplatense. Hoy contamos con herramientas como la inteligencia artificial y las redes sociales que facilitan la conexión con la población”.
En cuanto a las empresas privadas que participarán, el presidente del INCAA señaló que mantuvieron reuniones con la Cámara Argentina de Turismo, así como con representantes del sector gastronómico y hotelero. Además, agregó que también se encontraron con actores de rubros diversos, desde el agropecuario hasta el comercial y de servicios. “No se puede entender un evento con características territoriales, como es el Festival Internacional de Mar del Plata, sin sus vecinos. Sería simplemente poner películas en los cines. Y eso no es un festival. Un festival es una fiesta”, apuntó.
El lema del festival 40 ya fue elegido: “El Renacer del Esplendor”. Para Pirovano, es un desafío necesario: “El cine argentino ha enfrentado muchos desafíos, pero hubo un tiempo en que el festival tuvo un momento de gloria, glamour y oro, que fue perdiendo. Creo que es hora de ponernos el overol y reconstruirlo”.
Así, el festival vuelve con fuerza. Nacido con el impulso estatal para promover la cultura nacional y reconvertido en coproducción con apoyo privado y municipal, se reinventa sin perder su esencia. Con la mirada en el futuro pero sin olvidar su historia, busca recuperar el esplendor perdido y reforzar su vínculo con Mar del Plata, la ciudad que lo vio nacer y que lo sigue defendiendo como una de sus expresiones culturales más poderosas que tiene.
“Es la Fómula 1 de la cultura”
En diálogo con La Tecla, el presidente del EMTURyC, Bernardo Martín, habló sobre la nueva edición del Festival que se realizará.
-¿Qué le corresponde a la comuna en el marco del convenio por la coproducción del Festival?
-Nos encargamos de ser buenos anfitriones, de los invitados que vienen a la ciudad, que obviamente los elegimos con el Incaa, y generar las mejores acciones que tenemos para vender Mar del Plata. Acá tenemos un evento de primer nivel que tiene que ver con la cultura. Es la fórmula uno de la cultura. Y es marplatense. -En el spot del lanzamiento del certamen dijeron que vuelve a ser de los marplatenses, ¿nunca antes lo fue?
-Estaba implantado muchas veces, por el gobierno nacional o el provincial. Los últimos festivales se convirtieron en actos políticos, en lanzamientos de candidatos. Si revisan el último Festival de Cine, verán que no hubo ninguna autoridad, empezando por Carlos (Pirovano), que tuviera protagonismo o centralidad. En cambio, el anterior (el 38°) lo cerró el ministro de Economía (Sergio Massa), que era candidato a presidente. Creo que hay una distancia enorme entre eso y lo que buscamos ahora.-¿Esperan que la Provincia se sume con aportes concretos?
-Con la Provincia estamos esperando que va definir. Obviamente, con las puertas abiertas para que se sumen a la organización. Estamos esperando que la Provincia también aporte y no se quede solo en un gesto simbólico.
El recorrido del convenio por el Festival de Cine en el Concejo Pese a la incertidumbre que rodeó al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, la gestión de Guillermo Montenegro logró encaminar las gestiones necesarias para garantizar la continuidad del certamen cinematográfico en la ciudad. Luego de varias reuniones y anuncios, el Ejecutivo local envió al Honorable Concejo Deliberante el convenio firmado entre el Ente Municipal de Turismo y Cultura (EmturyC) y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), para que el Municipio se sume como co-organizador y aporte recursos económicos claves para su realización. El expediente no estuvo exento de cuestionamientos de parte de la oposición, principalmente por parte del bloque de Unión por la Patria, que denunció “contradicciones” y “falta de información clara” por parte del EmturyC. Las críticas se centraron en las declaraciones previas de su presidente, Bernardo Martín, quien meses atrás había desestimado una propuesta del bloque libertario para destinar el 100% del Fondo de Promoción Turística al festival. “Dicha medida resulta inaplicable para la ciudad en función de la afectación propia que tiene el Fondo referido”, había señalado Martín en un informe. Más tarde, en declaraciones a medios locales, apuntó que la oposición es “el equipo del no”, y aseguró que el ente sólo financia una parte del evento. El proyecto de ordenanza fue analizado en las comisiones de Educación (Gustavo Pujato, UCR), Legislación (Daniel Núñez, UCR) y Hacienda (María Cecilia Martínez, La Libertad Avanza). Finalmente, el convenio fue convalidado en la undécima sesión ordinaria del Concejo Deliberante a fines de noviembre de 2024. La ordenanza fue aprobada por unanimidad, aunque la bancada de Unión por la Patria decidió abstenerse.