El titular del Ente de Servicios Urbanos (EMSUR), Santiago Bonifatti, emblema de la casta política local y apuntado por su ausentismo, busca un nuevo salvavidas en el gobierno entrante, forzando una pintoresca postal con el próximo intendente, Agustín Neme.
La imagen no pasó desapercibida. Bonifatti se mostró activo en la recorrida que Neme realizó por el Festival P3rla. La postal, cargada de cinismo político, plantea un interrogante mayúsculo: ¿cómo conviven la feroz crítica a la "casta política" que enarbola el oficialismo nacional de La Libertad Avanza, socio del PRO, con la ostentosa presencia de uno de sus más claros exponentes locales?
Conocido por su prolija trayectoria de fracasos electorales y subsiguientes "premios consuelo" en el gabinete, Bonifatti encarna a la perfección la definición de ese selecto grupo que vive de la política sin necesidad de ganar elecciones o mostrar gestión. Su currículum es una hoja de ruta de la supervivencia, que lo llevó del pultismo al lavagnismo, y de allí a ser reciclado una y otra vez por el intendente saliente, Guillermo Montenegro, culminando en un EMSUR plagado de críticas. ¿Qué mensaje debe interpretar la sociedad al verlo tan cercano al próximo jefe comunal?
La contradicción se vuelve aún más hiriente al observar la realidad del Ente que Bonifatti supuestamente dirige. Mientras el "Petiso" se pasea por festivales, buscando desesperadamente asegurarse un lugar en el próximo gabinete municipal, su silla en la oficina de EMSUR es un monumento al ausentismo. Es de público conocimiento que presencia en el Ente es casi nula, una "huelga invisible" de funciones que contagia la desidia a la gestión urbana. Paradójicamente, el funcionario que no va a trabajar es el mismo que sí encuentra tiempo para la rosca que le garantice su continuidad.
Esta estrategia de la "casta que no trabaja, pero negocia" es un insulto a los vecinos. ¿Cómo puede el futuro intendente tolerar a su lado a un funcionario cuyo Ente ha sido fuertemente cuestionado, por ejemplo, por la caída del 81% en los operativos de desratización entre 2022 y 2024? ¿Acaso la gestión ineficiente y el desinterés por el servicio público son requisitos para ingresar al nuevo equipo?
La presencia de Bonifatti al lado de Neme no es un simple descuido; es una declaración de intenciones sobre cómo se articulará el poder. ¿Priorizará Neme las alianzas de la vieja política sobre el discurso de la eficiencia y el "fin de la casta"? El sucesor de Montenegro se encuentra ante un dilema incómodo: sostener la figura de Bonifatti es validar el oportunismo político y el amiguismo por encima del mérito y la gestión. ¿Puede un gobierno que aspira a la renovación empezar su camino arrastrando el lastre más pesado de la política local?
El tiempo dirá si Neme está dispuesto a pagar el costo de sumar a sus filas al eterno "acomodado", pero la foto del Festival P3rla ya dejó un sabor amargo a quienes esperan una verdadera renovación.
