La Tecla Mar del Plata
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Mientras muchos funcionarios atraviesan días de incertidumbre por el recambio, algunos pocos lograron blindarse con precisión quirúrgica. Entre ellos, uno de los nombres que más ruido genera en el Ente Municipal de Turismo y Cultura (EmturyC) es el de Valeria Mendez, una funcionaria que no solo cayó parada: cayó mejor que nunca.
Mendez, que a principios de octubre integró el lote de “designados a dedo”, activó de inmediato un salvavidas administrativo que hoy genera más resquemores que admiración. Su pase a planta permanente —con carácter provisional, bonificaciones y usuario GDE incluido— fue apenas el inicio. La jugada se coronó con su re-designación política como Directora General de Turismo, pero sin soltar su cargo estable de Profesional Carrera Mayor I, un blindaje perfecto para atravesar cualquier tormenta política.
Con ese respaldo asegurado, Mendez se mueve por los pasillos del ente como si ya fuera la nueva presidenta. Así lo describen en el organismo: se comporta como si la silla de Bernardo Martín ya tuviera nombre y apellido, como si la transición no la incluyera entre las dudas sino entre las certezas. A tal punto llega la confianza, que hasta trascendió su incomodidad con los metros cuadrados de su oficina, un detalle menor para cualquiera, pero no para quien siente que su rango debería ocupar un espacio más acorde con la autoridad que proyecta.
En un momento en que el EmturyC intenta ordenar su futuro, la presencia de una funcionaria blindada, empoderada y cada vez más protagonista se convierte en un factor que altera silenciosamente la transición. Entre movimientos administrativos que funcionan como seguro de permanencia y un rol extraoficial que incomoda a más de uno, Mendez se consolida como una pieza que promete seguir generando ruido en el mapa del ente.