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Sábado, 20 diciembre 2025
Argentina
19 de diciembre de 2025
POLÉMICA

La violenta y vertiginosa interna peronista ensombrece al puerto de Mar del Plata

En medio de la feroz disputa territorial entre el kicillofismo, el massismo y el ravertismo, la arquitecta Julia Gasalla —pieza clave de Fernanda Raverta— quedaría señalada por los permisionarios como el brazo ejecutor de una estrategia de presión extrema. Así, el endurecimiento de los pliegos y el control sobre las empresas responderían a la necesidad de caja y posicionamiento político de cara al 2027.

La violenta y vertiginosa interna peronista ensombrece al puerto de Mar del Plata
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La interna peronista, cada vez más violenta y vertiginosa, habría encontrado en el puerto de Mar del Plata su campo de batalla más estratégico. En este escenario de fragmentación donde el kicillofismo, el massismo y La Cámpora dirimen el control del territorio, la figura de la arquitecta Julia Gasalla, Gerenta de Explotación y Marketing, emergería como el brazo operativo de la estructura liderada por Fernanda Raverta y Pablo Obeid. Según trascendidos del sector y permisionarios, el comportamiento de la funcionaria no respondería meramente a una cuestión técnica o administrativa, sino a una táctica política orientada a consolidar poder real en una de las cajas y vidrieras más codiciadas de la ciudad.

Tanto en los muelles como en la banquina y el centro comercial, el malestar de los empresarios habría mutado en una mezcla de temor e incomodidad. De acuerdo con testimonios que circulan en el ámbito portuario, el accionar de Gasalla sería calificado por los propios permisionarios como "despiadado". Cada vez que la ven llegar, la pregunta, puertas adentro es: "¿qué querrá ahora?", sugiriendo una insistencia que llegaría a límites asfixiantes para “conseguir objetivos que excederían lo normativo”. Se dice que la funcionaria manejaría un nivel de información sobre los movimientos de cada empresa que resultaría intimidante, llegando incluso a poner en duda la continuidad de actores históricos con más de cincuenta años de trayectoria en el puerto. Para los permisionarios, eso es interpretado como un intento de "disciplinamiento político a través de la precariedad de los permisos de uso".

Esta insistencia se traduciría en modificaciones drásticas en las reglas de juego. Los rumores sobre cambios súbitos en los montos de inversión exigidos en los pliegos —donde cifras partían de un número que crecía exponencialmente durante el proceso— estarían alimentando la hipótesis de un "disciplinamiento" administrativo diseñado para filtrar quién se queda y quién se va del territorio portuario. En la lógica de la interna, el control total del puerto ofrecería no solo una proyección de gestión, sino la estructura necesaria para armar y planificar la carrera hacia el 2027. Para el sector camporista, el puerto sería el eje clave para resistir el avance de los otros dos espacios peronistas que también reclaman su parte en el esquema de poder local.

Mientras la institución celebra sus 25 años con videos que hablan de coordinación y "sensibilidad" ante las demandas, la realidad en las terminales describiría un clima de autoritarismo y maltrato cotidiano. La supuesta voracidad del accionar de Gasalla no sería entonces un hecho aislado, sino la consecuencia de una orden política superior: asegurar el puerto como el último gran bastión para el proyecto de Raverta y Obeid. En este contexto de máxima tensión, los permisionarios quedarían atrapados en una puja de intereses donde la previsibilidad económica es sacrificada en el altar de la supervivencia partidaria, dejando abierta la incógnita sobre hasta dónde llegará la avanzada de La Cámpora sobre el tejido productivo más importante de Mar del Plata.

Ante el panorama desolador del sector portuario, los principales actores deben enfrentar no solo una situación económica y laboral preocupante, sino también el accionar de quienes no pagan costos; no hay consecuencias para una estructura que prioriza su supervivencia política por sobre secuelas al entramado productivo local.

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