La Tecla Mar del Plata
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La privatización sigue a paso firme en Mar del Plata. La gestión del intendente Guillermo Montenegro hace todo lo posible y más por generar condiciones que propicien inversiones de origen privado. En este sentido, el pasado martes 29 de abril se abrieron los sobres de la ansiada licitación para el Parque de los Deportes, que incluye al estadio José María Minella y el Polideportivo Islas Malvinas, dos íconos del deporte tanto marplatense, como regional y nacional.
En este marco, Minella Stadium S.A., que fue la única firma oferente, está liderada por el Grupo Reeve, de origen brasileño. Sin embargo, para determinar el futuro del Parque de los Deportes aún se deben transitar algunos pasos administrativos. En este sentido, se plantea una disyuntiva: o el oficialismo utiliza su mayoría en el Concejo Deliberante para convalidar la oferta económica y posterior adjudicación, o se deberá realizar un nuevo llamado a licitación, tanto a nivel nacional como internacional, con el objetivo de atraer nuevas propuestas.
La trascendencia de esta licitación es significativa tanto a nivel económico como político para Mar del Plata y sus actores. Será la primera vez que el Parque de los Deportes esté fuera de la órbita municipal, lo que marcará un punto de inflexión en la historia de la ciudad. Por eso, la polémica y la disputa política sobre su porvenir crecen ante cada novedad.
En este contexto, todo indica que el oficialismo buscará hacer valer su mayoría en el Concejo para sellar la adjudicación al Grupo Reeve. Para la gestión Montenegro, se trataría de una victoria política. El cambio de paradigma que impulsa es claro: avanzar con la cesión de espacios a manos privadas como emblema de una ciudad que profesa la vinculación público-privada. De este modo, la privatización ya no se presenta como posibilidad, sino como un destino ineludible.