La confirmación de la condena e inhabilitación de la expresidenta muy cerca de las elecciones es un bombazo en el panorama político nacional y bonaerense. ¿Qué ocurrirá a partir de ahora? ¿Qué estrategia le conviene adoptar al peronismo? ¿Cómo queda posicionado Axel Kicillof? La opinión de los expertos.

CFK fuera de juego: certezas y preguntas de cara a octubre

Por Sebastián Lalaurette

La confirmación de la condena sobre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa conocida como “Vialidad”, que implica, además de seis años de prisión, la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, sacudió el panorama político argentino, justo en momentos en que se aproximan dos elecciones clave en las que se juegan, entre otras cosas, la consolidación del gobierno de La Libertad Avanza (LLA) y el liderazgo en el peronismo hacia 2027.

La Tecla consultó a analistas políticos que mantienen el ojo pegado a estas cuestiones para indagar en cómo cambia el escenario con el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y cómo afecta a las distintas fuerzas en pugna.

¿Buena o mala noticia para el gobierno?

La confirmación de la condena a CFK, que la deja fuera del juego electoral, ¿beneficia o perjudica al gobierno libertario que encabeza Javier Milei, y que viene teniendo buen rendimiento en los comicios de este año? No parece haber una respuesta unívoca.

“En principio, y a grandes rasgos, uno podría decir que la confirmación de la condena no beneficia ni perjudica al gobierno”, dice el consultor y analista político Raúl Timerman, del Grupo de Opinión Pública (GOP). “Pero, en el escenario que estaba planteado, el gobierno tenía una serie de éxitos: había liberado el cepo, controlado la inflación, ganado la ciudad de Buenos Aires en las elecciones. Lo de Cristina, de alguna manera, rompe ese escenario.”

Timerman precisa que “a pesar de que en el corto plazo no lo perjudica, en el largo plazo sí, porque va a haber un reordenamiento de la oposición en un espectro más amplio que el que podía conseguir el kirchnerismo”.

Para el especialista en comunicación política Gustavo Córdoba, director de la consultora Zuban Córdoba y Asociados, hay que comenzar el análisis señalando que el gobierno de Milei no tiene, en realidad, una gran fortaleza en términos políticos: “Con este tema, por ejemplo, el gobierno de Milei llegó a destiempo, llegó tarde. Llegó atribuyéndose la ratificación de la condena, cuando, en realidad, tiene un enfrentamiento muy fuerte con la Corte Suprema, desde la intención de nombramiento por decreto de los tribunos Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo. Uno puede observar cierta debilidad, cierta improvisación política del gobierno, que es lo que hace a todo el mundo dudar del día después de un eventual triunfo en octubre”.

“El gobierno, ahora, está reacondicionando su hoja de ruta, porque ellos habían elegido a Cristina como una rival y les convenía que estuviese como candidata. Por eso señalo la improvisación del gobierno: no han previsto esta situación”, afirma Córdoba. “Yo creo que ahora van a tener que reevaluar muchos aspectos, incluso la cuestión de las alianzas en cada distrito. Porque ahora, en algunos, como por ejemplo en los que eligen senadores, probablemente le convenga a Milei coordinar estratégicamente con el PRO ir separados, para tratar de conseguir tres senadores. Habrá que ver. Yo creo que hoy toda la política argentina quedó recalculando.”

Roberto Bacman, director del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), considera que “Cristina condenada no es, obviamente, el mejor escenario para La Libertad Avanza (LLA)”, porque “la desaparición de Cristina permite, de alguna manera, otras cuestiones”.

“Milei hubiera preferido tenerla a Cristina como rival en una elección. Cristina en la tercera sección electoral era un tema complejo para Milei: la Tercera es ‘territorio de Cristina’. Pero le permitía a Milei polarizar, y en esa polarización le daba ventajas”, subraya Bacman. “Hoy Milei está preocupado por esto. El peronismo tiene oportunidades que con Cristina presente por ahí no tenía.”

Además, recuerda el analista, la condena a CFK puede reavivar a otro adversario que Milei ya consideraba aplastado.

“El Presidente tuvo siempre muy en claro que sus dos enemigos políticos eran Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri. Y ¿quién puede beneficiarse más con esta condena? Probablemente Macri, que fue el que impulsó la causa, que está abierta y dando vueltas desde 2007”, dice Bacman. Su observación precede en sólo un par de horas a la reunión del PRO, encabezada por Macri, que derivó en un documento en el que el partido amarillo se atribuye la deriva de CFK hacia la prisión y se jacta: “Nos enfrentamos al kirchnerismo cuando parecía invencible”.

¿Cómo queda Kicillof?

Una de las figuras que quedaron bajo todas las miradas tras el fallo de la Corte es el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Y es que el mandatario, que venía librando una disputa interna con CFK por el control del peronismo bonaerense, ahora aparece en una posición incierta. ¿Lo fortalece o lo debilita que su adversaria (y también madre política) quede fuera de la cancha, pero no deje de ser referencia en el movimiento? Las opiniones de los expertos son variadas.

Timerman cree que este giro en los acontecimientos favorece a Kicillof. “Nuevamente cambia el escenario. El que estaba previsto era de tirantez muy fuerte con Cristina, que tenía la fortaleza de manejar su candidatura, elegir dónde iba de candidata y a qué. Al quedar fuera de juego, creo que se debilita, y Axel se fortifica, especialmente con vistas a la candidatura presidencial en 2027”, afirma.

“Yo no sé si plantearlo en términos de beneficio para Axel”, objeta Bacman. “Beneficia al peronismo en general, porque encontró un camino para su unidad. Esto permitió una rápida alineación detrás de Cristina de todos los gobernadores peronistas, Axel incluido, lo que los beneficia a todos, y a él también, por supuesto.”

“Kicillof queda complicado, porque hay dos aspectos que hay que tener en cuenta: uno, que Cristina, que si bien nunca había perdido centralidad, hoy recupera gran parte de la centralidad que le había concedido, justamente, a Axel Kicillof. Y dos, que Kicillof queda hoy con una decisión pendiente, que es la de ratificar o no el desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires. Claramente, tiene un dilema de decisión política; habrá que ver cómo lo resuelve”, aporta Córdoba.

El desdoblamiento y su futuro

En efecto, el corrimiento de Cristina no sólo tiene implicaciones generales por su papel como líder del peronismo. También, mucho más concretamente, deja un cráter en la estrategia electoral de ese movimiento. Ocurre que la exmandataria iba a encabezar la lista de candidatos de Unión por la Patria (UxP) en el principal bastión del peronismo, la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires. Esa jugada respondía a la estrategia de Kicillof de adelantar las elecciones bonaerenses, un escenario atípico que no se daba desde hacía siete décadas. Y ahora, con la inhabilitación (desde el peronismo dirían: la proscripción), esa estrategia quedó desactivada.

Una pregunta que se hacen muchos es a quién poner en el lugar de Cristina. Saben que es la figurita más fuerte y sacarla de la mesa es un gran problema. Otros, en cambio, se plantean si no conviene dar marcha atrás del todo y anular el desdoblamiento; es decir, hacer elecciones concurrentes, como se hizo siempre en la Provincia y como quería Cristina en primer lugar.

¿Qué estrategia le conviene adoptar al peronismo en la provincia de Buenos Aires? Las opiniones de los analistas son divergentes.

“Los datos de nuestros estudios indican que la ciudadanía se muestra mayormente en desacuerdo con la idea de desdoblar las elecciones, por lo que conviene concentrar todo en una misma fecha”, aporta Marina Acosta, directora de Comunicación de la consultora Analogías.

“A mi criterio, sería muy buena para el peronismo la unificación en octubre de todo el calendario electoral”, sentencia Córdoba. “Tiene margen para hacerlo y, eventualmente, un horizonte en el cual el peronismo debe evaluar si se unifica en posturas políticas nacionales o bien si empieza a diferenciarse. Ahora, de producirse la diferenciación, los resultados van a ser equivalentes.”

“El peronismo, con este acontecimiento, y si hace bien las cosas, mantiene un piso electoral para nada despreciable, de entre 30 y 35 puntos”, evalúa Córdoba. “Habrá que ver si con un candidato consensuado logran ese porcentaje o no. Esa es la gran duda de este momento. Tendría que ser un candidato bendecido por una unidad del peronismo. Porque mantener el desdoblamiento en la provincia de Buenos Aires y poner a un candidato que no represente la unidad es un doble riesgo. Esa unidad depende de todas las tribus, incluidos los peronismos del interior, que hasta acá siempre han sufrido una sorte de relativismo en la participación y ahora tienen una chance de ser escuchados y de ser protagonistas también.”

En una línea similar, Bacman anota que no sólo en el propio riñón del axelismo sino también en varias gobernaciones del interior “están evaluando que no tiene sentido desdoblar y que, aunque las elecciones concurrentes sean complejas, hay que ir juntos, todos el mismo día, porque el proceso se nacionaliza”.

“Las elecciones venían nacionalizándose por decisión de Milei, que las nacionalizó en donde participó. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) la gente ni sabía concretamente qué iba a votar. La gente no fue a votar legislador, iba a votar otra cosa”, analiza Bacman.

En este contexto de elecciones muy nacionalizadas, “el peronismo, hoy, las puede nacionalizar aun más detrás de la prisión de Cristina y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos”, sugiere el analista. “Y esto hace que todos estén pensando en esto, porque habrá que ver, por ejemplo, si tiene sentido que se haga un despliegue importantísimo el 7 de septiembre y un mes y medio después haya que ir nuevamente a las urnas.”

En cambio, Timerman cree que Kicillof “tiene que mantener el desdoblamiento, porque no hay forma de explicar que antes había que desdoblar porque era tremendamente engorroso organizar en un solo día dos elecciones con métodos diferentes y ahora, porque Cristina está proscripta, deja de ser engorroso y todo eso se facilita”. Es decir, más allá de la consideración electoral en sí, dar marcha atrás sería un golpe para la credibilidad del Gobernador.

La Justicia, en la picota

De todos los actores en danza en este drama, quizás la Justicia sea el que más pone en juego su prestigio, según los expertos consultados.

“No tendría que quedar fuera de análisis el desprestigio y deslegitimación del Poder Judicial”, enfatiza Acosta. “De todos los poderes de Estado, es el que cosecha porcentajes de imagen altamente negativos en la opinión pública. Y esto”, puntualiza, “va más allá de si la gente cree o no que la expresidenta es culpable.”

“En la Argentina, la sociedad está demandando justicia; está necesitando, digamos, medidas generales por parte del Poder Judicial. ¿Cuál es el problema? Que la sociedad argentina no cree en quienes tienen que tomar la decisión de juzgar y de condenar”, señala Córdoba.

“En nuestra última encuesta, nosotros hicimos la pregunta de si en la Argentina hay igualdad ante la ley. La verdad es que hoy pareciera que hay algunos que son más iguales que otros, ¿no? Porque hay procesos judiciales que tienen una velocidad inusitada si está tal o cual protagonista del poder y otros, por ejemplo, la de los ciudadanos a pie, que marchan a una velocidad de tortuga. Esa diferencia de velocidad juega en contra de la democracia, juega en contra de este sentimiento de igualdad ante la ley”, analiza el consultor.

“Ahí es donde creo que la Justicia debería trabajar para cambiar la imagen que tiene. Me parece que no lo están logrando con este fallo, porque fijate que, entre otras cosas, tienen en carpeta lo de la Ley Bases y los DNU de Milei, y hasta la fecha ni siquiera han abierto la primera hoja”, indica Córdoba. “Entonces, lo que está claro es que acá hay que empezar a transparentar qué intereses hay detrás de cada sector, porque me parece que eso también hace a la construcción de un nuevo pacto democrático. Nada escondido abajo de la mesa: cada uno tiene que hacerse cargo de lo que defiende.”

¿Una puerta al caos?

La resistencia al fallo de la Corte desde distintos sectores (pero principalmente desde el peronismo) obedece en parte a una lógica de defensa de la democracia: la Justicia, advierten esots sectores, está avasallando las instituciones de la democracia al condicionar a la política y proscribir a una candidata, violando derechos elementales y poniendo en peligro al propio sistema democrático. La decisión de los jueces supremos, dicen, es una puerta al abismo, y puede provocar inestabilidad política, institucional y hasta social.

Entre los especialistas consultados por La Tecla no hay unanimidad sobre este dictamen.

“No creo que esto pueda generar una inestabilidad política, institucional o social”, dice Timerman. “Yo creo que las instituciones de la democracia argentina han perdido la confianza del electorado. El electorado tiene una muy mala imagen y poca confianza en la Justicia, en el Poder Legislativo y en el Poder Ejecutivo. Incluso desconfía del sistema electoral, no porque pueda haber fraude, sino porque eligen a alguien que dice que va a hacer A y no hace A.”

“Hay que ver hasta dónde va a movilizar esto. Por ahora, la movilización es importante, pero no tiene la masividad que se hubiera esperado”, apunta Bacman. “Sin embargo, se vio mucha gente en la manifestación de los jubilados, se agregaron columnas de estudiantes, hay facultades tomadas, hay varios colegios secundarios tomados. Esto va a seguir, esto va a generar una protesta social.”

Para el analista del CEOP, “habrá que ver cómo Cristina y el resto del peronismo se reordenan para tiempos que se anuncian bastante complejos, con bastantes probabilidades que la situación social, gremial, política, se empiece a enardecer, y que la gente cada vez esté más presente en la calle. ¿Qué va a pasar con el ‘protocolo Bullrich’? Hasta ahora prácticamente no hubo represión. El gobierno se está cuidando muchísimo, porque en tiempos electorales esto es grave”.

“Estamos en un contexto de crisis, de inestabilidad social, política y económica. Así que no creo que esto le agrave la situación a la sociedad argentina, sino que eventualmente se la puede aprovechar. Creo que la política tiene que tomar nota”, afirma Córdoba, para quien el fallo de la Corte, además de mostrar la extralimitación del Poder Judicial en sus funciones, también evidencia “la muerte del consenso democrático” vigente durante cuarenta años y a la vez, “la oportunidad de escribir uno nuevo”.

En cambio, Acosta lanza una advertencia: “Para el gobierno, este hecho puede representar un problema, porque la cadena de conflictos y demandas sociales crecientes puede terminar articulándose y cobrando otro sentido alrededor de la persecución a la expresidenta y al peronismo. El gobierno sumó un potencial peligro y, en ese sentido, el saldo es negativo, en tanto el conflicto social puede terminar de organizarse”.

“En nuestros estudios, los ciudadanos son conscientes de la gravedad de la situación económica y de que el brutal programa de ajuste no mejora las condiciones de vida. Venimos consignando, de modo creciente, opiniones que estiman que el conflicto social va a aumentar”, apunta la especialista.

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