La Tecla Mar del Plata
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A pocos días del arranque de la temporada, Mar del Plata vuelve a demostrar su capacidad para convivir con lo imposible: este verano, una de sus postales más fotografiadas llegará envuelta en vallas, pozos y obreros apurados. La Rambla —ese símbolo turístico declarado Patrimonio Histórico Nacional— seguirá intervenida durante diciembre, enero, febrero y marzo, aun cuando la ciudad se llena de turistas y el movimiento suele obligar a frenar cualquier obra pública.
La confirmación llegó directamente del ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, quien avisó por redes que no habrá pausa estival. “Queremos que marplatenses y turistas disfruten de una rambla más segura, moderna y preparada para los próximos años. Por eso, en el verano la obra no se detiene”, escribió, dejando claro que el descanso será para todos menos para los trabajadores que tomarán la Rambla como base fija.
Queremos que marplatenses y turistas de todo el país disfruten de una rambla más segura, moderna y preparada para los próximos años. Por eso, en el verano la obra no se detiene.
— Gabriel Katopodis (@gkatopodis) December 4, 2025
Seguimos avanzando en esta intervención que recupera un patrimonio de todas y todos los argentinos,… pic.twitter.com/Ecv7GxjjXC
La decisión es posible gracias a la excepción aprobada en el Concejo de General Pueyrredon que flexibilizó la histórica veda estival en la ciudad—regulada por la ordenanza 17.427— que limitaba cualquier trabajo en zonas turísticas entre diciembre y marzo. Con ese marco, la Provincia avanzará con una intervención de 38.300 metros cuadrados que incluye la restauración del solado, el recambio de baldosas respetando el diseño original, la puesta en valor del entorno, iluminación, equipamiento urbano y el recupero de las estructuras de piedra que distinguen al paseo.
El Gobierno bonaerense defiende la continuidad de los trabajos como una inversión estratégica de $12.747 millones destinada a recuperar un patrimonio que, según Katopodis, “pertenece a todos los argentinos”. El ministro también aseguró que las tareas “no afectarán el funcionamiento de la ciudad”, aunque la postal de una Rambla cercada durante enero difícilmente pasará desapercibida para quienes esperaban el clásico ritual de la Bristol sin interferencias.
Durante la temporada, los frentes activos serán varios. En la Plazoleta Almirante Brown se retirarán baldosas y lajas originales, se repararán ductos de ventilación y se impermeabilizarán superficies. En simultáneo, se continuará con la puesta en valor de las veredas de playa y el sistema de iluminación, que tendrá trabajos concentrados entre la segunda quincena de enero y febrero. En el sector del Casino y el Hotel Provincial ya se avanzó con solados, mobiliario y rampas accesibles, mientras que en el Bajo Rambla siguen las tareas de desagües pluviales y se prepara la ejecución del nuevo parquizado.
La intervención integral incluye también la recuperación de los espacios verdes, la instalación de luminarias LED en la línea costera, la restauración de los icónicos lobos marinos y la reparación del revestimiento de piedra en muros y escaleras. Algunas tareas adicionales —como los trabajos urgentes en las cocheras bajo la Plazoleta— debieron incorporarse sobre la marcha debido a fallas estructurales detectadas en el proceso.
La Provincia promete orden, planificación y un resultado superior al estado actual del paseo. Sin embargo, la escena que se viene será otra: turistas sacando fotos entre montículos de obra, marplatenses esquivando vallas y un verano con la Rambla descascarada pero en plena cirugía mayor. Mar del Plata, otra vez, decide entrar a la temporada con casco puesto.