ENROQUE
La Tecla Mar del Plata
Redacción
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Serga.NET
5 de diciembre de 2025
Incentivos a la Construcción: la política que moldeó la ciudad y tiene otra vida extra
El régimen que flexibilizó el Código Territorial consiguió una nueva prórroga, mientras la oposición advierte que sigue sin aplicarse el sistema de compensaciones urbanísticas.
La obra privada fue la columna vertebral del gobierno de Guillermo Montenegro y nada indica que el nuevo escenario político vaya a desactivar ese engranaje. A días del recambio en el Concejo Deliberante, el Régimen de Incentivos a la Construcción volvió a ocupar el centro del ring: se prorrogó hasta septiembre de 2027 y reavivó un debate que ya es un clásico de la política marplatense. El ladrillo, una vez más, marca la agenda.
La herramienta —creada en 2021 en plena pandemia a través de las ordenanzas 25.113 y 25.114— nació como respuesta a un parate económico inédito. Lo que empezó como un salvavidas coyuntural terminó convertido en un dispositivo permanente para ampliar alturas, flexibilizar indicadores y habilitar desarrollos de densidad creciente en distintos sectores de la ciudad. El “paréntesis” urbanístico nunca cerró.
La aprobación de la prórroga llegó en la última sesión prorrogada, esa en la que la mitad del Concejo se despedía formalmente. Y como tantas otras veces, el sector de la construcción jugó fuerte para llegar con los votos asegurados. El Foro volvió a activar su libreto clásico: reuniones reservadas, pedidos al Ejecutivo y llamados a concejales para evitar que el régimen caducara justo en pleno reacomodamiento político.
La extensión no solo garantiza que el programa siga vigente dos años más: también sostiene los incrementos transitorios en los distritos de alta y media densidad —del R1 al R4 y del C1 al C3— dentro del Código de Ordenamiento Territorial. En la práctica, es la continuidad de un esquema que viene generando una avalancha de excepciones y un crecimiento de expedientes que supera por lejos la capacidad de control municipal.
Pero el verdadero talón de Aquiles está en la Ordenanza 25.115, la que debía regular las compensaciones urbanísticas para equilibrar los beneficios otorgados. Su aplicación volvió a postergarse, ahora hasta febrero de 2026. El resultado es conocido: más permisos, más metros, y ningún mecanismo efectivo que ordene o redistribuya impactos.
Con los años, el Régimen de Incentivos dejó una marca ineludible: en Mar del Plata se discutió más sobre prórrogas que sobre planificación, y más sobre excepciones que sobre modelo de ciudad. Un síntoma claro de la disputa silenciosa —pero poderosa— entre la política y el ladrillo por quién define el rumbo urbano.