La Tecla Mar del Plata
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La preocupación por la baja participación electoral empieza a instalarse en el Concejo Deliberante local, ante los antecedentes de escasa concurrencia en provincias como Santa Fe, Salta, Jujuy, San Luis, Chaco y, particularmente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En esta última, las legislativas marcaron un récord negativo con solo el 53,33% del padrón votando, el registro más bajo desde el retorno de la democracia. En este clima, referentes políticos comienzan a preguntarse cómo recuperar el interés ciudadano y evitar que la desafección erosione aún más la legitimidad del sistema.
El fenómeno no es nuevo. En octubre de 2001, el "voto bronca" se expresó con fuerza a través del voto en blanco y nulo. En 2023, fue el voto emocional —con tintes anticasta— el que sacudió las estructuras y llevó a La Libertad Avanza al poder. Hoy, el descontento ya ni siquiera se canaliza en la urna: se traduce en la ausencia total. ¿Qué pasa cuando la mayoría simplemente deja de votar?