11 de noviembre de 2017
MATEADA EN LA POPULAR
Mate y reposera en la Bristol tras el audio de la “cheta” del Nordelta
Aunque el clima no ayudó, un centenar de marplatenses se dieron cita en la playa este sábado para compartir una mateada popular y repudiar las expresiones de la cirujana con una colorida iniciativa.
El viento y el frío no impidió que alrededor de un centenar de vecinos de Mar del Plata se acercaran este sábado a la tarde a la playa Bristol para compartir unos mates, en el marco de una convocatoria impulsada por las redes sociales para repudiar las expresiones de Cinthia Solange Dhers, la cirujana conocida como la “cheta de Nordelta” a partir de la viralización de un audio en el que criticaba a sus vecinos, entre otras cosas, por tomar mate.
Reposeras, mantitas, mates de todas las formas y colores. También facturas, bizcochitos de grasa, churos y mandarinas. La Bristol se llenó por la tarde de vecinos que se sumaron a la colorida propuesta como respuesta a los dichos de la cirujana que en cuestión de horas se viralizaron en todo el país.
La mujer trató de “bestias” a quienes eligen la playa Bristol y los comparó con sus vecinos que, según dijo, “son de décima categoría”. La respuesta no tardó en llegar y este sábado, a pesar del intenso viento que desde el viernes se siente en Mar del Plata, una gran mateada popular se llevó a cabo frente al mar.
Los participantes, hombres y mujeres de distintas edades, compartieron mates y todo lo que habían llevado para comer. Se tomaron selfies y reivindicaron la popular playa marplatense como lugar de libre esparcimiento, al que definieron como “ideal para ir a tomar mates, más allá de lo que diga esta mujer”, en mención a la cuestionada cirujana.
Hubo un mate gigante dando vueltas entre la gente. Termos de todos los colores. Mates con el rostro de Raúl Alfonsín o de Cristina Fernández de Kirchner. También de Aldosivi y Alvarado. La convocatoria no tuvo diferencias políticas, deportivas ni sociales. Justamente de eso se trató.
Algunos llevaron mates de calabaza, de plástico y de vidrio. Se repartieron paquetes de yerba para que de ninguna manera faltara. Quienes tampoco faltaron fueron los vendedores ambulantes, que aprovecharon la ocasión para ofrecer alfajorcitos de maicena, pirulines, churros y facturas para acompañar la propuesta y acompañar la infusión.