El 25 de junio del 2009, la estrella se sobrepuso a un paro cardìaco pero horas después falleció por una sobredosis de propofol y benzodiazepina. Lejos de descansar en paz, el diario britànico The Sun publicò los detalles sanitarios de los ùltimos dìas del cantante: así comentaron que tenía pastillas para adelgazar disueltas en su estómago y que presentaba una ardua delgadez por la escasa ingesta de alimentos. Asimismo el cuerpo presentaba pinchazos en su cadera, brazos y muslos por las inyecciones que el doctor personal del artista, Conrad Murray, le suministraba. Cabe mencionar que debido al suministro irresponsable de drogas al fallecido, fue acusado y condenado por el homicidio involuntario. Por otra parte, Michael no perdìa su gusto por la estètica y el cadáver presentaba secuelas de una intervención quirúrgica incipiente como el relleno de labios, un tatuaje que remarcaba sus cejas, tapaba su incipiente calvicie y remarcaba, en un color rosa bebé, la comisura de su boca. Las marcas que no encontraron explicación alguna fueron las magulladuras en sus brazos, rodillas y piernas como también inmensos moretones en su espalda. |