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Viernes, 29 marzo 2024
CUENTA PENDIENTE
2 de mayo de 2022

Mar del Plata, una ciudad sin proyecto a largo plazo

El distrito es un atractivo turístico que cuenta con cinco universidades, el principal puerto pesquero del país y uno de los principales cordones frutihortícolas. Sin embargo, no logra revertir sus problemas estructurales ante la falta de un plan de desarrollo sostenido en el tiempo.

Mar del Plata, una ciudad sin proyecto a largo plazo - La Tecla Mar del Plata

Desde hace décadas, Mar del Plata vive inmersa en lo que podría ser y no es, sin un proyecto a largo plazo que le permita sobrepasar los problemas estructurales que atraviesa.

La ciudad cuenta con cinco universidades (UNMdP, UTN, Fasta, CAECE y UAA), el segundo cordón frutihortícola más importante de la provincia de Buenos Aires y el principal puerto pesquero del país; pero aún así no deja de estar supeditada al turismo y la estacionalidad de las temporadas de verano. A un leve repunte de unos pocos meses que no logra sostenerse durante los 12 meses del año.

El Plan Estratégico 2013-2030, un documento que contó con la colaboración de más de 150 instituciones vinculadas a lo educativo, lo social, lo político y lo productivo, buscó diagramar un programa de acciones que permita ser una guía para edificar la Mar del Plata del futuro. A siete años de su presentación, son pocos los resultados concretos que se ven. Y el paso del tiempo amenaza con que los ejes propuestos ya queden obsoletos, mientras no se avizora una planificación a largo plazo.

La iniciativa más auspiciosa que puede mencionarse en el último tiempo y nació de dicho plan es la construcción del Distrito Tecnológico, proyecto que recién comienza y que es una apuesta para propiciar el desembarco de empresas del sector TIC en las cercanías de la Estación Ferroautomotora, brindando una serie de incentivos a la “economía del conocimiento”. El aval de Provincia y Nación es clave en las tratativas.

Distinta es la situación en otros puntos de la ciudad, donde el choque interjurisdiccional termina siendo un callejón sin salida. Si bien las necesidades de financiamiento y el trabajo mancomunado entre las distintas administraciones son esenciales para el avance de propuestas que hagan crecer a la ciudad, las trabas burocráticas están al orden del día.

Por ejemplo, esto se deja entrever en la situación de Punta Mogotes. El monstruoso complejo de balnearios pide a gritos una reconfiguración que hoy no es posible bajo la tutela de Gobernación. O el puerto mismo, donde Nación y Provincia ni siquiera pueden actuar en forma coordinada para avanzar en el plan de desguace de embarcaciones abandonadas, hundidas y/o en desuso, lo que permitiría mayor espacio operativo.

La necesidad de un puerto multipropósito, que genere más valor agregado, choca de frente con desembolsos millonarios que responden más a la intención de hacer anuncios grandilocuentes y oportunistas que a lograr un verdadero repunte económico en el sector. Así se avanzó en la construcción de una Terminal de Cruceros que no tiene uso. O se lanzó el proyecto para construir un nuevo muelle, financiado por la Anses. Mientras tanto, cerca del 80% de la carga exportable ni siquiera sale por barco desde la ciudad, sino que viaja en camión para desembocar en alguna terminal porteña. El mundo del revés.

El crecimiento de otras localidades de la Quinta Sección expone aún más la situación de Mar del Plata, que no logra salir del podio en el ránking de las ciudades con mayor desocupación del país-el último registro del Indec mostró un 8,4% de desempleo y un 35,1% de pobreza-, a merced de la precarización laboral y de la falta de una matriz productiva que dé fuentes de trabajo de calidad. La generación de empleo emerge como el eslogan más repetido en la política local, sin correlato en el día a día. 

A pesar de ser una referencia turística por su capacidad logística y oferta gastronómica, la ciudad también ha perdido poder de convocatoria en las grandes citas nacionales e internacionales durante las últimas décadas. En retrospectiva, se puede citar la Cumbre de las Américas de 2005, la final de la Copa Davis 2008 y la organización anual del Festival Internacional de Cine. No mucho más. Ante las deplorables condiciones que presenta el Estadio José María Minella, ya ni siquiera se juega el tradicional Torneo de Verano de Fútbol.

En el mientras tanto, se multiplican las discusiones estériles en la política local, con representantes tanto en el Ejecutivo y el Concejo que están más atentos a mantener su cargo en la función pública que en resolver los principales déficits de la comuna. Para muestra un botón: por ordenanza se aprobó la creación de un “Consejo Económico, Social y Productivo” para abordar estrategias de mediano y largo plazo para Mar del Plata con la participación de empresarios, iglesias, sindicatos, funcionarios públicos y organizaciones. A más de un año de su creación, no se comunicó ningún avance en la materia.

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