En un escenario complejo, Cristina cerrará los alegatos sin el kirchnerismo en la calle

Cristina Fernández de Kirchner tiene previsto hablar ante los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu en uso de su derecho a ejercer su propia defensa por su profesión de abogada, cerrando una larga serie de audiencias en las que su defensa estuvo a cargo del Dr. Carlos Beraldi.

La mandataria enfrenta un pedido de condena a 12 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos por parte de los fiscales federales Diego Luciani y Sergio Mola, como supuesta "jefa" de asociación ilícita y administración fraudulenta.

En este marco, había solicitado a través de sus abogados ampliar su declaración indagatoria en agosto, luego del pedido de penas de la fiscalía y para ejercer su derecho a defensa por acusaciones que no habían sido incluidas en el requerimiento de elevación a juicio del caso.

El Tribunal rechazó el planteo por considerar que la próxima etapa para escuchar a los acusados serán sus "últimas palabras" durante los alegatos de manera previa al veredicto.

El pedido de condena de los fiscales del lunes 22 de agosto, desencadenó los días siguientes manifestaciones de apoyo a la vicepresidenta en los alrededores de su departamento del barrio porteño de Recoleta, hasta que el 1 de septiembre en medio de una de esas concentraciones Fernando Sabag Montiel intentó asesinarla gatillando un arma a la altura de su rostro.

Tras su alegato, restará escuchar a las defensas de otros seis procesados, entre ellos la del empresario y dueño de Austral Construcciones Lázaro Báez, también con pedido fiscal de 12 años de cárcel.

Lejos de lo que se esperaba, mañana no habrá movilizaciones en su respaldo: la CGT se encargó de desmentir a Pablo Moyano, quien había confirmado en un móvil televisivo la participación de Camioneros en una marcha masiva.

Los desacuerdos en el triunvirato por el kirchnerismo, son cada vez más frecuentes. La misma situación se replica dentro de la coalición oficialista y en el kirchnerismo, donde las fricciones abundan.

En este sentido, con los referentes del núcleo duro eligiendo "guadarse" para no echar más leña al fuego y los movimientos sociales descontentos con la situación económica, el peronismo resolvió suspender la convocatoria de este viernes y movilizarse en una fecha emblemática como lo es el 17 de octubre.

No obstante, Alberto Fernández suspendió sus actividades para permanecer atento al alegato de la vicepresidenta, a quien le expresó su apoyo públicamente. La portavoz presidencial Gabriela Cerruti tampoco brindará la habitual conferencia de prensa de los viernes en Casa Rosada.

Se prevé que una vez cerrada la etapa de los alegatos, que tendrá su broche de oro mañana, se abra una etapa conocida como de réplicas y dúplicas de las partes, para luego dar inicio a las últimas palabras y finalmente el veredicto.