La intención del Municipio de tender redes con todos los sectores productivos y económicos, en este caso con la industria gastronómica, agrietó la convivencia entre los y las vecinas de Mar del Plata. El presidente de la Cámara Textil, Juan Pablo Maisonnave, rechazó -en todo momento- la posibilidad que los decks lleguen para quedarse. Las preponderantes estructuras se convirtieron, según ellos, en una gran amenaza, debido a que tapan el frente de las tiendas comerciales y dificultan el paso por las veredas, traduciéndose en la disminución de potenciales compradores. A sabiendas que -por segundo mes consecutivo- disminuyeron las ingresos mensuales de los comercios, según la Unión del Comercio, la Industria y la Producción de Mar del Plata (UCIP). En esa línea, el edil de Acción Marplatense, Horacio Taccone, reflejó de imprevisto un proyecto alterno para apaciguar las aguas y evitar una "guerra entre vecinos". "Pedimos que se cumpla una Ordenanza, la 21600 del año 2013 que puso en marcha el Programa Calles para la Gente. En ese programa se autorizaban, después de los debidos estudios, algunas mesas y sillas para algunos sectores de la gastronomía. Sin estructuras rígidas, sólo con sombrillas desmontables, sin calefacción a gas y sobre la uniformidad del mobiliario urbano autorizado por la Municipalidad para todos los casos. Una de las novedades de hoy es que cada frentista va a hacer más o menos lo que le parezca", detalló. En su intervención, Taccone acusó al Ejecutivo de generar discordia entre los ciudadanos y ciudadanas, y hacer un uso indebido de la terminología: "La adicción a la grieta ahora les hace elegir unos vecinos por sobre otros. Se están contrabandeando bajo el dudoso concepto de deck, verdaderos edificios precarios construidos por afuera de la línea municipal para cierto tipo de comerciantes, no para todos, que distan varios metros de altura del concepto de deck que conocen los arquitectos". |