Continúa el conflicto por el espacio público entre la asamblea vecinal Luna Roja y el balneario Manantiales Club de Mar. Tras el dictamen del juez Heber Daniel Amalfi, quien falló a favor del privado, la comunidad protestante denunció públicamente el frustrado intento de querer cerrar el acceso público a la playa, y alambrar la totalidad de la Unidad Turística Fiscal (UTF) Arroyo Lobería, ubicada en el kilómetro 540 de la Ruta 11. En ese sentido, el balneario emplazado, desde 1990, en la UTF, "nunca cumplió con la normativa desde hace 30 años. Solo brinda servicios pagos, y no reconoce el uso público de la unidad. Cierra todos los accesos. Para ingresar, si o si, hay que pagar porque no hay bajadas públicas”, precisó una ambientalista integrante de Luna Roja, quien aseveró: “El Ente Municipal de Turismo nunca dio una respuesta, a pensar que hicimos una multitud de denuncias hace años. Las normativas y el control dentro de las concesiones no existe”. El sentimiento de “victoria” duró poco. “Aprovechando esa circunstancia, ingresamos a la capilla, hecha en 1956, y sacamos todos los residuos que ellos tenían”, explicaron. En ese momento, comenzó la problemática y posterior batalla judicial. El locatario realizó una demanda civil por desalojo. “Los juicios civiles dependen de un patrocinio letrado, que nosotros no tenemos. No podemos pagarlo”, precisaron. El tiempo pasó y el dictamen llegó. “El juez interpretó, con un criterio muy riguroso y cerrado, que hay una usurpación, pero nosotros no poseemos ni tenemos ningún bien nuestro abandonado ahí. Además, no impedimos el ingreso de nadie. Es algo surrealista porque nosotros no sabemos que van a desalojar porque no hay nadie, no hay pertenencias. Tampoco hay elementos de cerramiento que impida el acceso de personas. Es como ir a desalojar una plaza”, lamentaron. En ese sentido, el activista ambiental que, conoce detalladamente la causa, aseguró que se trata de “una estrategia del privado para amedrentar con las costas del juicio a los involucrados” para así, “intentar alambrar nuevamente la Unidad Turística Fiscal”, que corresponde al Paseo Costanero Sur, y “continuar con la concesión sin cumplir nada”. Tras la resolución del Juzgado Civil y Comercial N° 1 de Mar del Plata, la comunidad deberá retirar diversos elementos que “obstruyen” el funcionamiento del balneario denunciante -aunque advirtieron que no lo harán-: un cartel que señala el carácter de “Bien de Dominio Público” de la unidad, otro que indica el cuidado higiénico de la zona, dos mesas hechas con madera reciclada, una señalización que aclara la prohibición del uso del fuego por riesgo de incendio y su marco legal y un poste que contiene información -en colaboración con científicos del CONICET- sobre la fauna del lugar. |