"Casa de las Selecciones": ¿una chance parada por el contexto?
El destino del Estadio José María Minella continúa siendo una incógnita. De la promesa del mandamás de la AFA a los tironeos entre Provincia y comuna. El Mundialista en la era del "no hay plata".
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En la intersección de Juan B. Justo con la Avenida Independencia o con 14 de Julio se abren callejuelas que, atravesando el Parque Municipal de los Deportes llegan hasta el estadio José María Minella. A diferencia del asfalto, los escenarios que se conjuran en torno a la cancha son menos sólidos y claros.
El Minella fue, al igual que Mogotes, una de las herencias de infraestructura que dejó la dictadura cívico-militar. Del Mundial 78' a la fecha solo recibió refacciones de tener para los Panamericanos 95' que mechó con arreglos parciales o menores. Varias veces clausurado al público hoy pervive sin una de sus plateas, ajado y agrietado. Lo único que brilla es la pintura de molinetes y barandas.
La suerte del "Mundialista" parecía cambiar justamente en la previa de la Copa del Mundo de Qatar cuando Claudio "Chiqui" Tapia le aseguró a Guillermo Montenegro que buscaba que el escenario deportivo se convirtiera en "la casa de las selecciones".
Pasada la gesta de la "Scaloneta" el tema nunca volvió a la agenda hasta el arribo de técnicos de la FIFA que evaluaban sedes para el torneo del año 2030. Caída Argentina como sede -se disputará solo un partido de la fase de grupos en el Monumental- los sueños del Mundialista de revalidar su mote quedaron por el suelo.
Por su parte, el fogueo cruzado entre la comuna y la Provincia por el estudio técnico quedó varado en el tiempo como una de las tantas postales de combate sin resultado entre ambas administraciones.
El destino del Minella -hoy escenario incompleto de los partidos de Alvarado y Aldosivi en la B Nacional- parece todavía más complejo bajo el paradigma de cese de la obra pública, del "no hay plata" y de los "planes de austeridad".