En la comparativa entre el censo de 1980 y el de 2022, los números indican que en General Pueyrredon hay 250.000 personas más que al inicio de la democracia. Además de en cantidad de gente, la ciudad se extendió en materia de territorio al punto que prácticamente no hay zonas deshabitadas hasta el límite con General Alvarado (sur) y Mar Chiquita (norte). El crecimiento también se dio hacia el oeste, dónde se encuentran muchos de los
barrios más urgidos de la comuna.
Sin embargo, dicho crecimiento no fue acompañado por la normativa. Un ejemplo paradigmático sería el
Código de Ordenamiento Territorial (C.O.T.), cuya antigüedad es evocada de forma habitual en el Concejo Deliberante aunque sin avances en su reforma. En relación a este tema, aparece la desactualización del ejido urbano el límite entre las zonas consolidadas y aquellas consideradas rurales. Dicho trazado data del año 1963, es decir que tiene 61 años a cuestas.
Amplias porciones por fuera del ejido se caracterizan por la ausencia o merma
de los servicios (gas de red, cloacas, etc), la falta de inclusión en las estadísticas oficiales (como el caso de la conexión de red cloacal) o el cambio de precio en el servicio de transporte público. Como se ve en el mapa, la porción de comuna fuera del ejido urbano es grande y contiene zonas densamente pobladas, como la de los barrios del sur.

La falta de indicadores territoriales, a su vez, vuelvan a las áreas propensas a conflictos vinculados a la tierra, ya sea tomas o la especulación inmobiliaria.
Los asentamientos precarios, que según el RENABAP superan los 70 en la comuna, parecen lejos de una política más abocada al "mapa para turistas" que comprende al macrocentro.