No es una semana fácil para el Ejecutivo municipal, que por estas horas debe afrontar múltiples focos de conflicto en la ciudad. En el epicentro aparece el bloqueo en el predio de disposición final de residuos. Tal como informó este medio hoy por la mañana, trabadas las negociaciones, el fiscal federal Daniel Adler presentó una medida cautelar para que se les permita a los recicladores regresar al trabajo, una decisión que está en las manos del juez Santiago Inchausti; la disposición permitiría que unas 500 personas puedan volver a ingresar al predio de disposición final de residuos. Mientras la Pastoral Social intenta acercar posiciones, la CGT local también se sumó al conflicto. A través de un comunicado junto a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), le pidieron al intendente Guillermo Montenegro una “audiencia” para abrir un canal de diálogo más y arribar a una solución la conflicto. Comerciantes El intendente recibió ayer a los representantes de los locales minoristas de bienes no esenciales: el sector abarca a unas 15 mil personas aproximadamente en la ciudad. En respuesta a su situación, Montenegro reforzó su compromiso de que el rubro vuelva al trabajo. “La situación epidemiológica de General Pueyrredon permite reabrir la actividad”, planteó en el cónclave de ayer al mediodía.
Mientras el gobierno municipal volvió a insistir ante Provincia con los pedidos y protocolos pertinentes para que vuelva la actividad, los comerciantes extreman medidas de fuerza. Como se anticipó ayer, hoy realizaron una “apertura simbólica”, levantando las persianas de los locales para visibilizar su situación. Algunos salieron a aplaudir a la calle y otros, incluso, “cacerolearon”. Por su parte, otros sectores también exponen su preocupación. Hoy, un grupo de kinesiólogos se acercó a las puertas del Centro de Operaciones y Monitoreo pidiendo la aprobación del protocolo que se presentó a fines de abril ante el Ejecutivo y que ya fue enviado a Provincia, a la espera de una respuesta desde La Plata. La semana pasada, en la comisión de Calidad de Vida, Romina Escalante, del Colegio de Kinesiólogos, pidió que se incorpore a esta actividad como esencial, ya que parte de la población se ve perjudicada ante la prohibición de abrir los consultorios externos. “Nuestra carrera nos prepara para trabajar en unidades de terapia intensiva, a la par de los médicos y enfermeros. Estamos formados para llevar adelante un protocolo de bioseguridad. Tenemos la urgencia de que los consultorios kinésicos puedan trabajar. Sólo se está trabajando en casos de urgencia y hospitales, pero hay mucha población que se queda sin la posibilidad del tratamiento, porque no pueden asistir a los consultorios externos”, graficó. Por último, el sector gastronómico, quizás el más golpeado por la pandemia, confirmó que mañana movilizará a las puertas del Palacio Municipal, en busca de una reapertura parcial de los locales. En tanto, los feriantes de Plaza Rocha, ahogados por la falta de ingresos también, elevaron hoy un protocolo sanitario al Ejecutivo para volver al trabajo. |