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La Tecla Mar del Plata
Redacción
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Serga.NET
10 de septiembre de 2025
La elección silenciosa: cómo quedó el Consejo Escolar
En General Pueyrredon se renovó la mitad del cuerpo y el reparto quedó: Marcelo Veneziano, Damián Arregui y Celeste González Bracciale ingresarán por LLA, mientras que Karina Morales y Claudio Olivera lo harán por Fuerza Patria. La elección dejó un reacomodamiento político en un organismo clave para la gestión de las escuelas públicas del distrito.
Las elecciones del último domingo no solo definieron la composición del Concejo Deliberante y la Legislatura bonaerense. En General Pueyrredon también se resolvió la renovación de la mitad del Consejo Escolar, órgano encargado de la administración de las escuelas públicas provinciales en el distrito. En esta oportunidad se disputaban cinco de las diez bancas. Con el 98% de las mesas escrutadas, los resultados provisorios marcan un reparto entre dos fuerzas: La Libertad Avanza se quedó con tres lugares y Fuerza Patria con los otros dos, quedando fuera del reparto Acción Marplatense, que quedó a poco más de un punto del umbral requerido.
El sistema de asignación es más restrictivo que en el caso de los concejales: solo acceden los espacios que superan el 20% de los votos válidos. Bajo esas reglas, los nuevos representantes serán Marcelo Veneziano, Damián Arregui y la actual consejera Celeste González Bracciale por el oficialismo, mientras que Karina Morales y Claudio Olivera ingresarán por la oposición.
Con estos cambios, a partir del 10 de diciembre el Consejo Escolar quedará conformado por cinco miembros de La Libertad Avanza, cuatro de Fuerza Patria y uno del radicalismo. La nueva integración promete reacomodamientos internos y una puja política marcada entre oficialismo y oposición en la gestión de un área sensible para la comunidad educativa marplatense.
Con estos cambios, a partir del 10 de diciembre el Consejo Escolar quedará conformado por cinco miembros de La Libertad Avanza, cuatro de Fuerza Patria y uno del radicalismo. La nueva integración promete reacomodamientos internos y una puja política marcada entre oficialismo y oposición en la gestión de un área sensible para la comunidad educativa marplatense.