Los números de PBA en rojo y los tironeos para conseguir recursos
El paquete de leyes que precisa el Gobernador requiere de una ingeniería de acuerdos entre el oficialismo y la oposición. Los dilemas que envuelven al peronismo para no repetir el fracaso legislativo del 2024

El sistema político bonaerense enfrenta un nuevo desafío sobre el final de este 2025, y la chance de que la provincia de Buenos Aires no tenga presupuesto por tercer año consecutivo mueve el avispero. Axel Kicillof ya envió su paquete de leyes a la Legislatura y espera la aprobación para meterse de lleno en los dos años de gestión que le quedan. Cada sector hace su juego, todos muestran voluntad de consenso, pero hasta el momento no hubo avances concretos.
Todos, principalmente el Gobernador, esconden las cartas y son parte de un juego de seducción sin ofertas concretas. Especialmente hacia adentro, donde la amenaza de la interna pareciera ser más fuerte que la pulseada con las fuerzas de la oposición.
Kicillof nombró sus espadas, pero no se involucra de manera personal en la “rosca”, generando más dudas que certezas. Aunque sus tropas creen que “deberá ser más generoso que el año pasado y entregar algo a cambio de apoyos legislativos”.
Si bien es casi unánime la lectura sobre que el escenario es similar al de diciembre de 2024, en el Poder Ejecutivo enviaron una clara señal de cambio al designar a Mariano Cascallares y Gabriel Katopodis como interlocutores con los actores de la Cámara de Diputados. De todos modos, si bien plantean estar dispuestos a escuchar las demandas de la oposición, tampoco hay certezas en torno a qué están dispuestos a ceder.
Los números de PBA en rojo
El pedido de endeudamiento que formalizó Axel Kicillof ante la Legislatura bonaerense comienza a encontrar algunos cuestionamientos tanto de la oposición como del propio oficialismo. Lo cierto es que en el Gobierno insisten con la imperiosa necesidad de conseguir recursos tanto para hacer frente a vencimientos de deuda, como para obras y fondos destinados a los 135 municipios, gran parte de los cuales se encuentran asfixiados en busca de un salvataje.
Son varios los jefes comunales que buscan contacto con el Gobernador y con el ministro de Economía, Pablo López. Incluso muchos de ellos se han reunido con el titular de la cartera de Hacienda y le han demandado respuestas para aliviar las arcas municipales. Hay quienes han elegido el camino del diálogo con otros funcionarios, pero en general las respuestas son las mismas.
La orden de Kicillof a sus alfiles es que les recuerden a los alcaldes que, para poder brindarles soluciones, necesita contar con el financiamiento y que, por lo tanto, les digan a sus representantes legislativos que ayuden con la aprobación de la ley. Hay intendentes -los del radicalismo, por ejemplo- que piden un gesto de que al menos se les salden en algún porcentaje las deudas que posee la Provincia con los distritos.
En el kirchnerismo advierten sobre el total del financiamiento que pidió Kicillof y dicen que “el Presupuesto 2026 también se apoya en un esquema de endeudamiento sin precedentes, que representa el 30% del total de la deuda provincial”. Entonces, expresaron que “en total, el Gobierno provincial prevé USD 3.685 millones de nueva deuda, aumentando la fragilidad fiscal y supeditando la inversión real al financiamiento externo”.
En algunas áreas de la administración pública corre el rumor de que el Gobierno precisa el endeudamiento para poder garantizar el pago de salarios y aguinaldo. En cuanto a la voz oficial y pública, en el Ejecutivo se limitan a plantear que la prioridad que poseen es cumplir con el cronograma de haberes de todos los trabajadores y que, mientras tanto, esperan que en la Legislatura se avance con el proyecto con el que solicitan fondos para hacer frente a todas las obligaciones que tienen por delante.