Los nombres con los que el interino Neme encara el 2026
Con la licencia de Guillermo Montenegro para ocupar su banca en el Senado bonaerense, el escenario político marplatense ha entrado en una fase de reconfiguración bajo el interinato de Agustín Neme. Así, con estos nombres, General Pueyrredon iniciará el 2026, aunque no se descartan nuevos cambios tras la temporada estival.
Secretaría Privada: Juan Ignacio Tonto
Secretaría de Legal, Técnica y Hacienda: Mauro Martinelli
Secretaría de Desarrollo Local, Inversiones e Integración Público Privada: Guillermo Volponi
Secretaría de Desarrollo Social: Guillermo Schütrumpf
Secretaría de Obras y Planeamiento: Jorge “Guasa” González
Secretaría de Educación: Fernando Rizzi
Secretaría de Salud: Viviana Bernabei
Secretaría de Seguridad: Rodrigo Goncalvez
Secretaría de Participación Ciudadana y Descentralización: Gustavo “Tato” Serebrinsky
Inspección General: Cristian Beltrán
Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUR): Daniel Martínez
Ente Municipal de Deportes y Recreación (EMDER): Sebastián D’andrea
Ente Municipal de Turismo y Cultura (EMTURyC): Diego Juárez
Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado Público (EMVIAL): Mariano Bowden
Mientras Tonto, Volponi, Schütrumpf, Beltrán, Juárez y Martínez fueron recientemente designados, Martinelli, una de las figuras de peso de la gestión Montenegro, continúa al frente de Legal, Técnica y Hacienda.
¿Y la oposición?
Al revés del oficialismo local que se ve fortalecido por la suma de nuevos aliados, el panorama es directamente inverso en la oposición. La ruptura entre los tres bloques; Unión por la Patria, el Frente Renovador y Acción Marplatense, cada día es más patente. Desde los traspiés para lograr la famosa “unidad” y confeccionar listas para las elecciones, el arco opositor no ha dejado ninguna duda: la “unidad” nunca se logró y las diferencias y disputas entre los espacios han crecido a pasos agigantados.
El clímax de esta situación se vivió en la Sesión Preparatoria del pasado 9 de diciembre. Con estrategias y discursos diferentes, la —otrora— oposición se diluyó ante la mirada de propios y extraños. Así, la incertidumbre reina mientras el diálogo, la coordinación y los consensos entre las fuerzas se debilita día a día.
De este modo, el 2026 traerá brindis separados para el arco opositor y con la incógnita de si encontrarán alguna condición de paz. No obstante, con la mirada ya puesta en el 2027, la reconciliación será difícil.
Presupuesto en suspenso
Tras dos prórrogas, se esperaba que el Ejecutivo municipal envíe al Concejo el presupuesto para 2026. Sin embargo, la rosca política hizo mella y dejó a la ciudad en un mar de incertidumbre. Según trascendidos, el oficialismo no contaría con los votos necesarios para aprobarlo. Por eso, el interino Neme se vio obligado a solicitar una nueva prórroga, con la esperanza de lograr el consenso necesario antes del próximo viernes 16 de enero.
Mientras la ciudad y los contribuyentes esperan con ansias, la política muestra —una vez más— que tiene sus propios tiempos. Alejados de toda realidad social, la rosca prevalece por encima de las necesidades de la ciudadanía.
Tras la tormenta, llegó algo de calma
La renovación del Concejo Deliberante ha provocado cruces y chicanas entre los concejales. Una de las cuestiones que generó rispideces fue la asignación de despachos. Los cuatro pisos que hay para los ediles en el Palacio Municipal se convirtieron en un hervidero en las últimas semanas, peleas por quién ocupaba tal o cual despacho provocaron cruces intensos entre los legisladores.
Tras estos enfrentamientos, que provocaron más de una risa entre los que no estaban involucrados, la calma parece haber llegado a los pasillos. Sin embargo, la tensión es latente. Bloques que tienen despachos en pisos diferentes o que tienen a rivales políticos al lado, no están tan conformes con el resultado final.
Quizá parezca un detalle mínimo, pero hasta la disputa en la adjudicación de oficinas define y da fuerza al arco político. Capricho o estrategia, la geopolítica alcanzó a los despachos.