3 de junio de 2025
¿Y EL EMSUR?
Crece la presión por el estado de las plazas y microbasurales, pero el oficialismo frena definiciones
Tres expedientes sobre el mantenimiento de espacios públicos fueron presentados a principios de año, pero recién se trataron esta semana. El oficialismo, que tiene mayoría automática, decidió postergar su aprobación y esperar informes del EMSUR. Con la demora acumulada y las miradas puestas en su respuesta, el rol de Santiago Bonifatti vuelve a quedar bajo la lupa.

El estado de los espacios públicos volvió al centro del debate en el Concejo Deliberante de General Pueyrredon, donde esta semana se trató por primera vez una serie de expedientes vinculados a plazas deterioradas y microbasurales en distintos barrios. A pesar de haber sido presentadas en enero, las iniciativas recién ingresaron al debate formal en la Comisión de Obras y Planeamiento.
Los proyectos de comunicación apuntan a que el Departamento Ejecutivo intervenga en la puesta en valor de la Plaza Italia - Auditorio José Ibáñez, la Plaza Bernardino Rivadavia, junto al complejo Centenario, y un sector con residuos acumulados junto a las vías del tren, entre Juncal y Bronzini. Sin embargo, ninguno de los tres logró avanzar: el oficialismo impuso su mayoría automática para dejarlos en comisión, bajo el argumento de que primero se deben solicitar informes técnicos al Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUR), que encabeza Santiago Bonifatti.
Desde la oposición se insistió en la necesidad de aprobar los expedientes sin más dilaciones, recordando que llevan casi seis meses esperando tratamiento. Sin embargo, la decisión del oficialismo fue unánime: pedir informes y postergar cualquier definición hasta recibir respuestas concretas por parte del EMSUR.
Así, el rol de Bonifatti vuelve a estar en el centro de la escena. Los concejales esperan ahora sus informes como condición para destrabar decisiones que podrían haberse tomado hace meses. La gestión del EMSUR, encargada del mantenimiento urbano y la higiene en la ciudad, enfrenta una creciente presión política en plena previa electoral. Y en cada plaza descuidada o rincón con basura acumulada, el costo de la demora empieza a sentirse también en el tablero político.