21 de junio de 2025
SEGURIDAD Y GESTIÓN
Motos, sangre y narrativa: el intendente reactiva su batalla contra “la cultura del choreo”
En un mensaje con fuerte tono polarizante, Guillermo Montenegro responsabilizó de forma directa a los motociclistas por el trágico hecho ocurrido en la madrugada del viernes. Asimismo, reafirmó su política de controles, apuntó contra “la romantización de la delincuencia” y se posicionó como garante del orden y la seguridad.

La tragedia vial ocurrida en la avenida Fortunato de la Plaza y Talcachuano, donde una caravana de motos terminó con un joven de 18 años fallecido y al menos siete heridos, fue el detonante de un nuevo mensaje político del intendente de General Pueyrredon Guillermo Montenegro. Sin rodeos ni eufemismos, el jefe comunal calificó el hecho como “un ataque” y desligó de toda responsabilidad al conductor del remis involucrado, a quien definió como “la única víctima de esta historia”.
“El joven que murió formaba parte de un grupo de delincuentes”, aseguró Montenegro en una publicación que rápidamente se viralizó. Apuntó contra los motociclistas, a quienes acusó de actuar con premeditación, y vinculó la denominada “caravana de motos” con una supuesta organización delictiva. “Esto no es una discusión de tránsito, es una discusión de seguridad”, enfatizó.
En plena campaña electoral, el intendente refuerza así una de sus marcas de gestión: los operativos de control vehicular y secuestro de motos. Según sus propios datos, en los últimos seis meses la Patrulla Municipal incautó más de 2500 rodados. Su discurso no solo busca reafirmar esa línea, sino también posicionarse frente al electorado como un dirigente que no duda en enfrentar “la cultura del choreo”, como la denominó, aún al costo de la polémica.
Montenegro también cuestionó el rol de algunos medios de comunicación y denunció que se “romantiza” la figura de quienes, desde su óptica, infringen la ley. “Les hacen entrevistas y les tapan la cara”, disparó, en alusión a coberturas que priorizan una narrativa social o juvenil sobre la conflictividad que generan estas concentraciones ilegales. En paralelo, el jefe comunal expresó su apoyo al remisero involucrado, quien, según trascendió, fue golpeado y asaltado por los motociclistas tras el hecho, y luego debió volver al lugar cuando ya había presencia policial. El test de alcoholemia le dio cero.
Mientras la Justicia avanza con la investigación, el intendente ya trazó su propio veredicto: los responsables no fueron imprudentes ni inexpertos, sino “delincuentes” organizados. Y en un clima de creciente polarización, su mensaje se alinea con un electorado que exige orden, sanciones firmes y mano dura frente a la inseguridad urbana.
El debate queda abierto. Pero para Montenegro, la discusión ya está saldada. Y la campaña, en marcha.