La Tecla Mar del Plata
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Mar del Plata atraviesa un escenario laboral complejo, según los últimos datos publicados por el INDEC para el primer trimestre de 2025. Si bien la desocupación se redujo al 6% —frente al 8,6% del mismo período del año anterior—, también se registró una caída en la tasa de actividad, que pasó del 51% al 50%. Esto implica que menos personas participaron del mercado laboral. En paralelo, la tasa de empleo apenas subió un punto (de 46,7% a 47%), en un período —el verano— que tradicionalmente impulsa contrataciones temporarias.
En ese contexto, el martes 24 de junio comenzó con sus reuniones el Consejo de Mayo, el espacio multisectorial convocado por el Gobierno nacional para avanzar con una serie de reformas incluidas en la Ley Bases. Entre ellas, la laboral ocupa un lugar central. El paquete reglamentado flexibiliza aspectos clave de las relaciones laborales: extiende el período de prueba a seis meses, elimina multas por empleo no registrado, reemplaza la indemnización por un fondo de cese optativo, y habilita mayor margen para horas extras, entre otros puntos.
Si bien la iniciativa busca modernizar el mercado y facilitar la contratación, su impacto en ciudades como Mar del Plata genera dudas. Según el INDEC, el 42% de las personas ocupadas en el distrito lo hacen en condiciones informales, sin aportes ni cobertura social. Además, el 8,9% está subocupado (trabaja menos de 35 horas semanales y desea trabajar más), mientras que un 8,6% de los ocupados continúa buscando empleo. Es decir, hay empleo, pero muchas veces insuficiente o inestable.
A esto se suma una caída del 4,8% interanual en el consumo durante mayo, que marca el deterioro del poder adquisitivo incluso entre quienes tienen trabajo. En una ciudad con fuerte dependencia del turismo y el comercio, cualquier cambio en las condiciones laborales puede tener efectos directos en la economía local: una mayor informalidad y menor estabilidad podrían limitar el ingreso disponible de los hogares, reduciendo el consumo y afectando la dinámica de sectores clave para la actividad económica local.
Así, mientras en Buenos Aires se discuten reformas estructurales, en Mar del
Plata se sienten sus posibles consecuencias. Una ciudad con empleo estacional y alto nivel de informalidad aparece como un caso testigo de lo que puede implicar aplicar nuevas reglas en un mercado laboral que ya viene funcionando, desde hace tiempo, con sus propias excepciones.