Pulti, el eterno aspirante, saca la boleta corta de la galera y pone en juego su vanidad
En un nuevo capítulo del culebrón peronista marplatense, Gustavo Pulti apuesta a encabezar y pone todo su arsenal en su boleta corta de Acción Marplatense, mientras Fernanda Raverta se queda con la seccional. El Frente Patria tambalea, el MDF juega sus fichas y espera el próximo acto de este circo político que cierra hoy a las 14h.
Mar del Plata, la ciudad que nunca duerme, pero a veces parece soñar con los mismos nombres, vuelve a ser el escenario de una pulseada política que ya huele a déjà vu. Gustavo Pulti, el aspirante a compañero, desempolvó su boleta corta de Acción Marplatense (AM) y se puso el traje de protagonista, dispuesto a encabezar la lista local con la esperanza de perforar el esquivo 8,33% que lo catapulte al Honorable Concejo Deliberante (HCD). Pero, la trama tiene más giros que una calesita en temporada alta. El Frente Patria, esa alianza que prometía unir al peronismo marplatense en un abrazo fraterno, se tambalea al borde del abismo. Fernanda Raverta, con el aval de CFK, le ganó la pulseada a Pulti y se quedó con la cabeza de la boleta seccional. El anuncio, lejos de ser un canto a la unidad, desató un simbronazo interno que resonó como tambores de guerra en el armado local. Mientras el gobernador Axel Kicillof, líder del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), enviaba a su tropa a remendar los agujeros en cada distrito de la Quinta Sección, Pulti, rápido de reflejos, decidió subirse a la falda de Kicillof y jugar su propia partida: una boleta corta con su nombre en letras grandes, como si la vanidad política fuera el combustible que mueve su motor.No es la primera vez que Pulti apuesta por la boleta corta. En 2021, con un 7,3% de los votos, se quedó mirando el HCD desde la vereda de enfrente, incapaz de romper el piso del 8,33%. Pero el exintendente no se rinde y en este nuevo siglo sigue insistiendo con lectura del siglo pasado. Como un boxeador que se niega a tirar la toalla, cree que esta vez y nuevamente, con su nombre al frente y el respaldo de AM, puede dar el batacazo. ¿Ilusión óptica? Solo el escrutinio lo dirá. En el medio del caos, el Frente Patria se convirtió en un circo de tres pistas donde nadie parece saber quién es el domador. La falta de liderazgo es mas que notoria. La confirmación de Raverta como cabeza de la seccional no solo dejó a Pulti con el orgullo herido, sino que expuso las costuras de una coalición que, en palabras de los propios peronistas, parece “un pantano de reproches y desconfianzas”. En Mar del Plata, donde la política se vive con la intensidad de un clásico Aldosivi-Alvarado, la unidad suena más a utopía que a plan concreto. Mientras tanto, en las sombras, se murmura que Pulti no solo juega por un lugar en el HCD, sino también por reivindicar su legado. Acusado por algunos de ser más un “infiltrado” que un peronista de pura cepa, el diputado provincial apuesta a que su boleta corta despierte nostalgias en un electorado que, según las encuestas, no termina de comprarle el relato. ¿Será esta la jugada que lo devuelva al centro de la escena o un nuevo capítulo en su saga de intentos fallidos? En este tablero marplatense, donde las alianzas se tejen y destejen con la velocidad de un hashtag en X, Pulti y Raverta protagonizan un duelo que promete más chispas. El 7 de septiembre, cuando las urnas hablen, sabremos si la boleta corta de AM fue una jugada maestra o apenas un capricho de vanidad política. Por ahora, el telón sigue abierto, y el público marplatense, con su boleta en la mano, espera decidir quién se lleva los aplausos.