26 de agosto de 2025
CARRERA ELECTORAL
Muro y Montenegro hacen del Enduro un sello de campaña: la “ciudad del sí” en acción
A tres días de su inicio, el oficialismo marplatense convirtió la realización del Enduro de Invierno en un ejemplo de gestión: menos trabas, más turismo y trabajo. En la recta final, la consigna es mostrar resultados y contrastar con el “no” de la oposición.

El Enduro de Invierno no es solo motos en la arena: en plena recta final hacia las elecciones del 7 de septiembre, se transformó en capital político. Fernando Muro, secretario de Desarrollo Local y candidato a concejal por La Libertad Avanza, lo dejó claro en sus redes: “Durante años pusieron trabas, hicieron denuncias sin sustento y, hasta hace tres semanas, un geólogo quiso frenarlo... Hacer el Enduro es una decisión política que genera movimiento en la ciudad. La ciudad del sí no se negocia, se defiende”.
El mensaje tiene varias capas. Por un lado, refuerza la idea de que los gobiernos anteriores fueron un obstáculo para los eventos deportivos y turísticos que generan trabajo fuera de la temporada de verano. Por otro, busca instalar la marca oficialista de “ciudad del sí”, que se presenta como opuesta a las trabas burocráticas y al “no” que se le atribuye al kirchnerismo.
Guillermo Montenegro, intendente y candidato a senador provincial por la Quinta Sección, recogió el guante y amplió la apuesta: “Un evento deportivo y turístico tan importante del calendario internacional se hace en Mar del Plata. Esto es competir”. La frase no solo habla del evento: también proyecta al propio Montenegro como un dirigente que entiende la política como competencia y que se juega su capital electoral en la defensa de un modelo de ciudad abierta al turismo, a la inversión y al sector privado.
En la campaña libertaria local, cada acción de gestión se convierte en relato electoral. El Enduro es, en ese sentido, un caso testigo: lo que para unos es un espectáculo deportivo, para La Libertad Avanza es un ejemplo de su narrativa de orden, desarrollo y apertura. En la recta final de la campaña, la consigna es clara: la “ciudad del sí” no se explica, se muestra.