La Tecla Mar del Plata
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El conflicto por el control de Punta Mogotes no da respiro. Entre demandas cruzadas, proyectos de modernización y viejas deudas que parecen interminables, la pulseada entre el Municipio y la Provincia se juega en múltiples tableros. La pulseada se da con el 2026 en el horizonte.
El acuerdo que dio vida a la Administración Punta Mogotes (APM) ya superó los 41 años. Firmado entre el Municipio de General Pueyrredon y el Banco Provincia, debía ser una herramienta transitoria. Sin embargo, se convirtió en un ente que, lejos de agotarse, suma capítulos cada vez más complejos.
Hoy, el eje está en la Justicia. El intendente Guillermo Montenegro inició una demanda para que la Provincia acepte el pago de la deuda y así recuperar la administración del complejo. Desde La Plata intentaron mover el expediente a su territorio, pero la Justicia rechazó la maniobra y el caso sigue en el fuero Contencioso Administrativo local.
Lejos de replegarse, la Provincia jugó su propia carta: encargó a la Universidad Atlántida Argentina un masterplan de modernización del predio, financiado por el Consejo Federal de Inversiones. Un gesto que en los pasillos del municipio se leyó como “provocación”, mientras otros lo presentan como simple planificación.
En este tablero político hay dos fechas que pesan como reloj de arena. La primera es agosto de 2026, cuando vencerán los últimos contratos de concesión de la APM, abriendo la puerta a redefinir el modelo de gestión. La otra es 2067, el horizonte lejano en que, bajo las condiciones actuales, recién terminaría de saldarse la deuda. Un dato brutal: faltan más de 850 cuotas por pagar.