29 de septiembre de 2025
¿DEBATE EN COMISIONES?
Semáforos de la discordia: silencios ejecutivos, chicanas legislativas y un reclamo vecinal que se archiva
La Comisión de Movilidad Urbana de General Pueyrredon presenció un tenso debate por un semáforo: el oficialismo archivó el pedido por "no respuesta" del Ejecutivo, la oposición denunció el blindaje y la falta de respeto a la ciudadanía. Entre alusiones electorales y cruces sobre la "soberbia", la necesidad vial quedó en segundo plano.

La dinámica legislativa de General Pueyrredon parece estar generando nuevas y peculiares interpretaciones reglamentarias. En la reciente Comisión de Movilidad Urbana, el debate en torno al expediente 1305/24, un Proyecto de Comunicación que solicitaba un semáforo en Triunvirato y Tripulantes del Fournier, y un reductor de velocidad en Posadas y Rosales, desnudó tensiones internas, estrategias políticas y un particular entendimiento sobre la comunicación entre el Ejecutivo y el Deliberativo.
La discusión, que culminó con el archivo del proyecto por mayoría, reveló cómo la falta de respuestas formales del Departamento Ejecutivo puede ser capitalizada por el oficialismo para desestimar expedientes, generando un fuerte contrapunto con la oposición que denuncia una estrategia de blindaje político.
La "no respuesta" como argumento político
Concejales oficialistas como Angélica González (CC-ARI) y Cristian Beneito (PRO) impulsaron el archivo del expediente. González fue explícita: ante "pedidos de informes no contestados", el "planteo nuestro, más que pedir un nuevo informe, sería el archivo", argumentando una suerte de "sentido común" donde "la no respuesta es una respuesta en sí misma". Esta interpretación, validada por el presidente de la comisión, Guillermo Volponi (PRO), quien aludió a "cuestiones presupuestarias" presumidas del Ejecutivo, sugiere una nueva praxis: el Concejo asume y justifica el silencio gubernamental como una negativa, sin la necesidad de una comunicación formal.
Desde la oposición, Diego García y Valeria Crespo (Unión por la Patria), cuestionaron duramente esta metodología. García insistió en la "formalidad de la contestación", señalando que "no sé si conocen la esquina, los concejales que piden el archivo". Crespo, por su parte, criticó la "nueva forma" de interpretar el Reglamento: "Si el Ejecutivo no nos contesta, entonces nosotros asumimos que es porque no les interesa. Me parece que es un análisis equivocado". La concejala enfatizó que es el Ejecutivo quien "les está faltando el respeto" a los vecinos al no responder, obstaculizando la labor legislativa que busca representar "una necesidad concreta".
El punto central de la confrontación radicó en quién debe comunicar las imposibilidades o la falta de voluntad. Mientras el oficialismo parece interpretar y ejecutar las decisiones del Ejecutivo en base a su silencio, la oposición exige una respuesta formal para evitar especulaciones y validar sus reclamos.
Estrategias, chicanas electorales y el fantasma del Presupuesto
La discusión trascendió la cuestión formal para adentrarse en el terreno de las estrategias políticas y las chicanas. Julián Bussetti (PRO), si bien reconoció el "espíritu del proyecto", vinculó la decisión a la "factibilidad real" y al peso de "140 millones de pesos" que costarían los semáforos, advirtiendo sobre la generación de "falsas expectativas" en los vecinos. Este argumento fue inmediatamente replicado por García, quien sugirió que "no estamos pidiendo que se apruebe nada. lo que estamos tratando es que nos contesten una comunicación. Queremos saber qué piensa el Ejecutivo".
El debate escaló a tonos más personales. García acusó a los concejales oficialistas de desconocer las realidades de la ciudad más allá de "10 cuadras a la redonda", una afirmación que Bussetti devolvió con una chicana electoral: "Quizá no conoceremos a los vecinos, pero los vecinos nos conocen y hace menos de dos semanas ganamos las elecciones en ese barrio". La respuesta provocó una airada reacción de Crespo, quien apuntó a Bussetti: "La soberbia nunca es buena compañera. A vos te lo digo".
Este cruce evidenció cómo las comisiones, más allá de la gestión legislativa, se transforman en escenarios de pulseadas políticas donde los resultados electorales pasados y las ambiciones futuras juegan un rol central. La alusión al presupuesto, próximo a tratarse, también marcó el terreno: mientras el oficialismo lo usa como pretexto para archivar, la oposición lo ve como una herramienta para exigir inversiones y critica la subejecución de partidas.
El archivo del expediente, con la abstención de la concejala Cecilia Martínez (LLA) y el voto negativo de UP, deja un saldo de un reclamo vecinal sin respuesta oficial explícita, una nueva "interpretación" de la labor parlamentaria y un panorama de un Concejo Deliberante donde la política de bloques parece, en ocasiones, priorizar la protección de sus propias narrativas sobre la búsqueda de soluciones directas a las problemáticas ciudadanas. La Comisión de Movilidad Urbana se convierte, así, en un espacio donde el movimiento principal es el archivo de los expedientes.