La Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) definió su rumbo y lo hizo con un proceso electoral interno que, lejos de la paridad, terminó por consolidar el proyecto de la actual gestión. Con una diferencia abrumadora y un resultado que arrasó en la Asamblea Universitaria, la fórmula oficialista de Transformación Universitaria, compuesta por Mónica Biasone y Marina Sánchez Herrero, se hizo del Rectorado. Así, aseguró la continuidad de gestión que lidera Alfredo Lazzeretti en los últimos años. En este contexto, y en entrevista exclusiva con La Tecla, ambas compartieron su mirada sobre el proceso electoral, los retos inmediatos y la proyección de un mandato que, a priori, se perfila con continuidad, pero también con la impronta de una conducción exclusivamente femenina que buscará dejar su sello.
- ¿Qué significa, a nivel personal y en términos colectivos, que dos mujeres lideren la UNMDP?
- Sánchez Herrero (SH): “En principio, formar parte de este hecho histórico. No tiene que ver con que se recuerde a Mónica y a Marina sino con saber que hubo una ruptura del techo de cristal en la UNMDP. Saber que pudimos hacerlo. Me genera una inmensa responsabilidad porque, cuando las mujeres rompemos el techo de cristal, no solamente es ocupar el cargo, sino también generar las condiciones para que muchas más mujeres puedan seguir ocupándolo. Son espacios masculinizados y hay que feminizarlos para que sea absolutamente indistinto, el día de mañana, quién los ocupe, pero que las mujeres puedan seguir accediendo a ellos.
- Biasone (B): “En lo personal, es un honor llegar a este lugar. Es cononar mi carrera académica. Además, creo que significa mucho para muchas mujeres que vienen atrás. Abrimos un camino que va a ser complementado por otras mujeres. En los cincuenta años de la UNMDP nunca hubo siquiera una candidata mujer. No creo que no hubiese mujeres capaces de llegar a este lugar, sino que no llegaban. No llegabamos a los lugares más altos y de decisión de las organizaciones. Así que esto es un hecho histórico, es un hecho político”.
- ¿Por qué creen que el arco político universitario las acompañó?
- SH: “Somos la continuidad de muchísimos años de gestión en la UNMDP. Es una ratificación de las gestiones anteriores. Como candidatas de un espacio, y no individualidades, le ofrecimos a toda la comunidad universitaria la continuidad de un proyecto de cogestión, en el que se priorizan valores como la pluralidad, la igualdad y los principios reformistas. Eso acompañaron".
- B: “Son varios motivos. Hicimos una campaña con muchas propuestas. Recorrimos todos los rincones de la universidad. Una campaña limpia. Además, la gestión de ocho años de Alfredo fue muy buena. La comunidad universitaria quiso que el mismo signo político siga conduciendo la UNMDP”.
- ¿Será una continuidad plena o habrá un matiz diferencial?
- SH: “Las administraciones son dinámicas, por definición. Y hoy quién ocupe espacios de gestión, sino entiende que algo tiene que cambiar, no entiende cuál es la coyuntura actual. No queremos cambiar por una mirada negativa de lo que se hizo. El desafío siempre es insertar instituciones, mantener sus principios y valores y fortalecerlas en coyunturas cambiantes, y que la Universidad, como cualquier institución, debe adaptarse. A la gestión le daremos nuestra impronta, entendiendo que hay nuevos paradigmas y que estamos obligadas a llevar la UNMDP a esos nuevos paradigmas”.
- B: “La continuidad de gestión nos asigna un papel que la gente ya conoce quienes somos, pero tenemos que pensar en lo nuevo. Sino, las instituciones se paralizan. Se quedan. Mueren. Estamos en un contexto muy difícil, y hay que tener mirada de futuro. Tenemos que poder pensar en escenarios futuros inciertos, con problemas inciertos, y soñar con lo distinto. Si uno sueña con lo distinto, puede empezar a gestioanr para que eso suceda. Y eso es lo que vamos a hacer con Marina”.
- Sobre su gestión, ¿qué proyectos y propuestas van a impulsar?
- SH: “Primero, abarcar toda la cuestión académica; aggiornar programas de estudio, revisar y modernizar carreras y crear nuevas, en tono a las nuevas necesidades del estudiantado. También, como institución inserta en la sociedad, conocer sus nuevas necesidades, en los engranajes de desarrollo, productivo y educacional”.
- B: “La Universidad es una institución de varios siglos atrás, que todavía mantiene estructuras rígidas. Le cuestan algunos cambios. Tenemos una responsabilidad enorme con los profesionales que van a desarrollarse en las próximas décadas, los avances tecnológicos, y la velocidad en que cambia el mundo. Por eso, en principio, vamos proyectar un gran cambio en lo académico: modernizar los planes de estudio, que tienen que adaptarse a créditos académicos, y pensar en carreras más cortas, con mayor demanda por parte del mercado. Para eso se necesitan recursos y es lo que vamos a gestionar”.