La Tecla Mar del Plata
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Con el cambio de mando a la vuelta de la esquina, los grupos de poder ya comenzaron a moverse para no quedar afuera del tablero. En Mar del Plata, uno de los sectores más influyentes es el de la construcción, que a través de su foro sectorial empezó a desplegar una estrategia de presión política sobre el Ejecutivo y el Concejo Deliberante, buscando condicionar las primeras decisiones del futuro intendente interino, Agustín Neme.
El Foro de la Construcción, integrado por colegios profesionales, cámaras empresarias y sindicatos del rubro, se reunió esta semana con el objetivo de definir una agenda de trabajo para el período 2025–2026. En ese encuentro, coordinado por el Colegio de Técnicos – Distrito V, se abordaron temas que, aunque técnicos en apariencia, tienen una clara connotación política: la prórroga de la ordenanza de incentivos a la construcción, las demoras en Obras Privadas y, sobre todo, la intención del sector de participar en la designación del futuro secretario de Obras del Municipio.
En los papeles, la idea sería “garantizar una gestión ágil, participativa y transparente”. Pero en la práctica, la movida tiene otro trasfondo: el sector pretende poner un pie dentro del Ejecutivo y asegurarse que el área encargada de autorizar y controlar los metros construidos responda a sus intereses. Lo que en el lenguaje político se traduce en una rosca anticipada para elegir quién manejará una de las cajas más sensibles del gobierno municipal.
Actualmente, la Secretaría de Obras está a cargo del radical Jorge “Gusasa” González, hombre del riñón de Daniel Katz, que se encuentra de licencia hasta el 27 de octubre. En su lugar fue designado Santiago Bonifatti, titular del EMSUR, quien cumple funciones interinas. Sin embargo, todo indica que González no regresará al cargo y que el área será reestructurada cuando Neme asuma el Ejecutivo. El Foro ya dejó claro que quiere ser consultado en esa decisión. “Es necesario un perfil técnico y con diálogo con el sector”, afirmaron algunos de sus integrantes, aunque dentro del Municipio interpretan el pedido como un intento directo de condicionar la conformación del nuevo gabinete.
En paralelo a la rosca sobre nombres, el Foro también presiona sobre el Concejo Deliberante, donde los expedientes 1536/25 y 1537/25 —que prorrogan la vigencia de los incentivos a la construcción— quedaron enredados en una disputa técnica y política. En la última reunión de la Comisión de Legislación, que preside el radical Daniel Núñez, el bloque de Unión por la Patria advirtió sobre la posible caducidad de la ordenanza 25.113 desde junio de 2024, lo que podría dejar un vacío legal en materia de permisos y habilitaciones. Ante ese planteo, Núñez accedió a dejar ambos expedientes en comisión a la espera de un pedido de informe, lo que postergó su tratamiento hasta nuevo aviso.
El gesto de UP no fue inocente: se trató de una maniobra para exponer las falencias del Ejecutivo y poner bajo la lupa la gestión de Obras, justo cuando el Foro exige celeridad en los trámites y mayor control sobre las obras clandestinas. Así, mientras los concejales debaten informes y prórrogas, el grupo de cabildeo más poderoso del sector teje acuerdos y busca tener la lapicera que define qué se construye y qué no en Mar del Plata.
Con el cambio de gestión a la vista, el Foro de la Construcción decidió adelantarse a los tiempos políticos y “poner todos los huevos en el gallinero”. Su mensaje es claro: quieren participar de las decisiones, elegir interlocutores y asegurarse que el próximo secretario de Obras sea alguien de su confianza. Neme, que todavía no asumió formalmente, ya siente el peso del primer lobby organizado de su futura gestión.