1 de agosto de 2025
CLIMA CALIENTE
Abad apuntó contra las candidaturas testimoniales: “Es una burla abierta y una trampa institucional”
El senador nacional por la provincia de Buenos Aires alertó sobre el uso creciente de postulaciones “decorativas” que no se concretan. Así, sostuvo que estas maniobras “dañan lo más valioso que tiene una democracia: la confianza”.

Con el calendario electoral en marcha y el cierre de listas todavía fresco, Maximiliano Abad volvió al centro del debate público con una crítica directa a uno de los fenómenos más discutidos y, a la vez, más naturalizados de la política argentina: las candidaturas testimoniales. De esta manera, el senador nacional y ex diputado bonaerense cargó con dureza contra esta práctica, a la que calificó como “un engaño explícito al electorado”.
“Las candidaturas testimoniales no son un desliz. Son un engaño explícito al electorado, una burla abierta hacia quienes votan”, lanzó Abad, y advirtió que esta modalidad se viene repitiendo con frecuencia preocupante tanto en el oficialismo como en la oposición.
Para el dirigente radical, la gravedad de estas maniobras no radica solamente en una cuestión ética, sino que afecta el propio andamiaje institucional del sistema democrático.
“Cuando una persona se postula sin intención real de asumir el cargo, se está jugando con la voluntad popular. Se utiliza el prestigio o la imagen de un dirigente para atraer votos, sabiendo que será otra persona quien ocupará ese lugar”, explicó.
Abad se mostró particularmente inquieto por la naturalización de este mecanismo, en especial, por las recientes presentaciones de listas legislativas. “Lo preocupante es que ya ni se oculta. Se presenta con naturalidad, como si fuera parte del juego. Pero no lo es. Es una trampa, y como toda trampa, tiene consecuencias”, denunció.
En este sentido, el senador considera que estas prácticas alimentan el desencanto social con la política y profundizan la distancia entre representantes y representados. “La trampa se institucionaliza y se vuelve costumbre. Eso daña lo más valioso que tiene una democracia: la confianza”, sostuvo.
Por eso, Abad concluyó su mensaje con un llamado a todos los sectores políticos: “Si queremos recomponer el vínculo con la ciudadanía, debemos cumplir la palabra y honrar el compromiso con el pueblo. Si seguimos aceptando las candidaturas testimoniales, no solo
vamos a tener peores representantes: vamos a tener menos democracia”.
En un año electoral donde cada boleta se analiza con lupa, el señalamiento de Abad abre un nuevo frente de debate: ¿cuánto vale la palabra de un candidato si no tiene intención de asumir? Y, sobre todo, ¿cuánto más está dispuesta a tolerar la ciudadanía?