La Tecla Mar del Plata
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La tensión por los episodios de violencia en las escuelas terminó acelerando los tiempos del Concejo Deliberante. Después de una semana marcada por incidentes graves —con la Escuela 21 como caso detonante— la Comisión de Educación avanzó en la creación de un espacio formal para abordar la problemática: una mesa intersectorial que reunirá a todos los organismos involucrados en la vida escolar, desde el Estado municipal y provincial hasta las áreas de justicia, salud, seguridad y el sistema educativo en su conjunto.
El radicalismo, que preside la comisión a través de Gustavo Pujato, acompañó la iniciativa impulsada por los bloques opositores y permitió sellar un acuerdo político amplio. La propuesta prevé realizar una serie de encuentros coordinados por la Comisión de Labor Deliberativa con el objetivo de sistematizar información, definir criterios de intervención y ordenar un tema que comenzó a desbordar los límites de cada institución.
La movida legislativa llega luego de que docentes, auxiliares y sindicatos reclamaran una reacción del cuerpo deliberativo. La sucesión de hechos violentos, lejos de circunscribirse a una escuela o a un tipo de gestión, terminó por desnudar un fenómeno que atraviesa la totalidad del sistema educativo y que expone la falta de herramientas de prevención. Esa presión gremial y comunitaria empujó a los concejales a darle volumen político a una discusión que llevaba meses sin encontrar canales institucionales.
En el debate interno, el radicalismo sumó un pedido clave: solicitar información oficial sobre los episodios registrados en el último semestre y las intervenciones realizadas por las distintas áreas educativas. La intención es evitar diagnósticos construidos sobre percepciones aisladas y avanzar hacia un cuadro real de situación. La propuesta fue aceptada y será incluida en la convocatoria.
La mesa, cuyo nombre tentativo es “Escuelas Libres de Violencia”, incorporará a una extensa lista de actores: jefaturas regionales y distritales de gestión estatal y privada, el Consejo Escolar, la Secretaría de Educación municipal, organismos de protección de derechos, áreas sociales y sanitarias, el Fuero Penal Juvenil, fiscalías, juzgados, fuerzas de seguridad, la Universidad Nacional de Mar del Plata y sindicatos docentes y auxiliares, además de organizaciones sociales y de derechos humanos.
El amplio respaldo político —que incluyó a UxP, Acción Marplatense, el Frente Renovador, la UCR, el PRO y La Libertad Avanza— garantiza que la iniciativa supere sin sobresaltos el paso por Legislación, que presidel el radical Daniel Nuñez. De conseguir dictamen, quedará en manos de Labor Deliberativa para definir el calendario de reuniones.
La pregunta ahora es si la mesa podrá convertirse en una herramienta efectiva o si quedará en una foto institucional. Lo cierto es que, por primera vez en meses, el Concejo acordó un diagnóstico común: la violencia escolar dejó de ser un episodio aislado y se transformó en un problema estructural que requiere respuestas coordinadas y sostenidas.