La Tecla Mar del Plata
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Con el calendario electoral marcando el inicio formal de la campaña el 8 de agosto, los armados políticos de la Quinta Sección empiezan a mostrar sus cartas. En ese tablero, el intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, se posiciona como uno de los protagonistas, no solo por su alta exposición mediática, sino también por los interrogantes que despiertan sus movimientos políticos.
El jefe comunal, que transita su segundo mandato hasta 2027, aseguró en distintos medios que, de ser electo senador bonaerense el próximo 7 de septiembre, asumirá su banca en La Plata. Esto implicaría pedir licencia de su cargo como intendente y dejar el sillón de la Avenida Pedro Luro y Hipólito Yrigoyen en manos de Agustín Neme, presidente del bloque del PRO en el Concejo Deliberante y hombre de su máxima confianza.
Mientras tanto, desde La Libertad Avanza intentan diferenciarse del peronismo y marcan que ellos no presentan candidaturas testimoniales. El oficialismo libertario sostiene que “no son la casta” y busca contrastar su estrategia con la de los rivales, aunque el escenario en la Provincia parece más difuso.
A pesar de que se trata de elecciones legislativas seccionales, la disputa en la Quinta Sección se nacionalizó. Montenegro, al igual que su principal contrincante, Fernanda Raverta (Fuerza Patria), dejó de lado las entrevistas locales y emprendió una recorrida por medios nacionales en CABA, señal de que la contienda trasciende las fronteras bonaerenses.
La campaña del intendente tampoco será convencional: no habrá grandes actos ni despliegues masivos. Con un nivel de conocimiento superior al 50% entre el electorado, Montenegro apuesta a una estrategia de “hormiga”, recorriendo el territorio y buscando seducir a votantes libertarios. En ese sentido, la reciente inauguración de locales partidarios de La Libertad Avanza en su órbita busca reforzar su mensaje: mostrarse como un aliado natural del oficialismo nacional sin perder identidad propia.
De acá al 7 de septiembre, Montenegro jugará una partida en varios tableros: la intendencia, la Legislatura bonaerense y el escenario nacional. Lo que ocurra en las urnas podría redefinir no solo su futuro político, sino también el mapa de poder en General Pueyrredon y la Provincia.