4 de agosto de 2025
ELECCIONES 2025
Kicillof arranca la campaña en la Quinta, pero Mar del Plata lo espera con boletas en suspenso
El gobernador bonaerense iniciará formalmente la campaña electoral este viernes en Santa Clara del Mar y Mar del Plata, tras una semana de recorrida por la provincia. Sin embargo, en General Pueyrredon, aún no se sabe si Acción Marplatense podrá competir. Entre alianzas fracturadas, errores técnicos y tiempos que se agotan, el oficialismo arranca con nudos sin desatar.

La campaña provincial arranca el viernes 8 de agosto, y Axel Kicillof eligió un recorrido milimétricamente planeado para pisar fuerte en todos los frentes. Esta semana, visitará el conurbano, el interior provincial y cerrará en la Quinta Sección Electoral, más precisamente en Santa Clara del Mar y Mar del Plata. Es un itinerario con peso político: el gobernador va de lo populoso a lo competitivo, del bastión propio a los distritos que exigen reconstruir presencia.
Ese mismo viernes, mientras inaugura obras y participa del Congreso Nacional del Agua (CONAGUA) en el Hotel Provincial, también vencerá el plazo para presentar las boletas electorales. Pero no todas están listas. Y en Mar del Plata, la que está en problemas tiene nombre y apellido: Acción Marplatense. La histórica fuerza vecinal que lidera Gustavo Pulti quedó al borde del abismo electoral por un error burocrático: no haber cargado un documento a tiempo en el sistema de la Junta Electoral. Pese al recurso de reconsideración presentado por el apoderado, la resolución oficial aún no llegó y la boleta sigue en el aire.
Esto abre una grieta incómoda en el frente oficialista. Acción Marplatense había sellado una alianza con el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), la agrupación liderada por el propio Kicillof. Pero sin boleta local, ambos armados corren riesgo de desaparecer del cuarto oscuro en General Pueyrredon.
El gobernador llegaría entonces a Mar del Plata con una campaña lista en el calendario, pero incompleta en las boletas. Si Acción Marplatense no logra oficializarse, su agenda quedará condicionada: ¿Considerará integrar Fuerza Patria? ¿Se mostrará de manera más asidua con referentes de La Cámpora, el espacio de Fernanda Raverta, con quien Pulti rompió públicamente? ¿Mantendrá un tono institucional, evitando la foto con ganadores y perdedores de una interna que aún no se ordena? ¿O buscará gambetear el tema, apostando al desgaste de la oposición y al protagonismo de la gestión?
La paradoja es que mientras Kicillof intenta arrancar la campaña con volumen territorial, los conflictos del territorio pueden opacar su despliegue. Porque en Mar del Plata, y también en Morón, según reconoció Carlos Bianco, la Junta Electoral todavía no resolvió cuestiones clave. No se trata solo de candidaturas: se trata de quién representa realmente al oficialismo en cada distrito, y con qué boleta lo hace.
Además, en un escenario de campaña corta, de solo 28 días de proselitismo formal, los márgenes de reacción se achican. Si la resolución llega tarde, será difícil remontar en la calle lo que se perdió en el juzgado. Y en el tablero local, todos están atentos: la fragmentación peronista puede beneficiar a las demás fuerzas.
Así, la visita de Kicillof a Mar del Plata no solo inaugura la campaña provincial. También expone las tensiones irresueltas del frente oficialista. Porque mientras el gobernador se prepara para caminar el territorio, hay listas que todavía ni siquiera saben si podrán caminar la elección. Y en política, los gestos importan tanto como las boletas.